General Electric, Toshiba y Johnson & Johnson se han sumado al ‘esquema Villalonga’, es decir, al mismo que Juan Villalonga puso en marcha cuando presidía Telefónica, bajo el principio infundado y muy anglosajón, de que la suma de las partes vale más que el todo. Y es que han anunciado que se dividirán en varias compañías… y por supuesto, todas cotizarán en bolsa.

Los dos gigantes estadounidenses y el japonés siguen los pasos, entre otros, del alemán Siemens, que lo ha hecho en varias ocasiones, para inflar su valor. Recuerden que a principios de 2018, se produjo la separación del negocio de equipos hospitalarios (Siemens Healthineers), anunciada meses antes; a finales de septiembre de 2020 sacó a bolsa su división de energía (Siemens Energy, que incluye el control del 67% de Siemens Gamesa); y aunque en un principio también quería segregar y lanzar al parqué Flender, su negocio de transmisión mecánica para turbinas eólicas y otras industrias, al final acabó cerrando su venta al fondo Carlyle (dueño del 38,5% de Cepsa, entre otros activos) por 2.025 millones de euros en marzo de 2021. Y la cosa no acaba ahí, porque ahora prepara la escisión de su división de LDA (large drive applications -es decir, la productora de sistemas de propulsión eléctrica de alta resistencia), que sería el primer paso para su venta, según el diario alemán Handelsblatt.

Tras separar el negocio de equipos hospitalarios y la división de energía y vender Flender, Siemens prepara la escisión de su división de LDA, que sería el primer paso para su posterior venta

General Electric ha anunciado que se separará en tres compañías: una se dedicará a salud; otra, a energía y otra se centrará en aviación y será la que conservará el nombre del conglomerado industrial estadounidense con sede en Boston y creado en 1892 (tras la fusión de la compañía fundada por Thomas Alva Edison -Edison General Electric Company- y la Thomson-Houston Electric Company). Así, se enfocará en sectores en crecimiento y considera que las tres nuevas compañías estarán mejor posicionadas para ofrecer un crecimiento a largo plazo y crear valor para los clientes, inversores y empleados. “Con la creación de tres empresas cotizadas internacionales, cada una se beneficiará de una mayor especialización, una asignación de recursos bien adaptada y flexibilidad estratégica para obtener crecimiento y valor a largo plazo para las empresas, consumidores, inversores y empleados”, ha señalado General Electric.

Toshiba también ha decidido separar sus negocios en tres partes: por un lado, el de energía e infraestructuras; por otro, el dispositivos y almacenamiento; y el tercero aunará su 40% de Kioxia (fabricante de chips de memoria) y la mayoría en Toshiba Tec (fabricante de impresoras). De esta forma, el gigante japonés fundado en 1939, que ha protagonizado varios escándalos en los últimos años (fraude en sus cuentas) y ha estado ahogado por las pérdidas y al borde de la quiebra y del desguace, aprovechará ahora el ventajoso nuevo sistema fiscal para escisiones de su país.

Por su parte, Johnson & Johnson ha anunciado que se dividirá en dos compañías: por un lado y conservando el nombre, el negocio de productos farmacéuticos (entre ellos, una vacuna contra el Covid-19) y dispositivos médicos; y por otro, el de productos de cuidado personal (el cual incluye Neutrogena y Listerine, entre otras marcas). Desde el gigante estadounidense con sede en Nuevo Brunswick y fundado en 1886, se ve la separación como “la mejor manera de acelerar nuestros esfuerzos para atender a pacientes, consumidores y profesionales de la salud, crear oportunidades para nuestro talentoso equipo global, impulsar un crecimiento rentable y -lo más importante- mejorar los tratamientos de salud para la gente en todo el mundo”, ha señalado el CEO, Alex Gorsky, en un comunicado.