Siemens ha disparado el beneficio neto un 53% en su último año fiscal (octubre 2020 a septiembre 2021), tras reducir plantilla y escindir su negocio de Gas y Energía -hoy llamado Siemens Energy-: ha cerrado tres plantas de Siemens Gamesa en España (Aoiz, Somozas y Cuenca) provocando unos 500 despidos y anunció un ajuste de 7.800 empleos en Siemens Energy, de la que Siemens controla un 35,1% y que a su vez es dueña del 67% del fabricante de aerogeneradores que antes era español y que continúa en pérdidas. Y ahora premiará a los accionistas dando un dividendo de 4 euros por acción, frente al de 3,5 euros del año pasado, tras haber tenido un desempeño “estelar”, una tendencia positiva que ya se vio en los primeros nueve meses de su ejercicio.

El gigante industrial alemán sube en bolsa un 2,7% este jueves. El beneficio neto ha sido de 6.161 millones de euros, lo que supone un 53% más que en el anterior ejercicio fiscal. La cifra de negocio ha ascendido a 62.265 millones (+12,7%), destacando: los ingresos de la unidad de tecnología médica (17.997 millones, un 24% más), los del negocio digital (16.514 millones, un 10% más) y los del área de infraestructuras inteligentes (15.015 millones, un 5% más); mientras movilidad ha facturado 9.232 millones (+2%). Por su parte, los pedidos recibidos han aumentado un 23%, a 71.374 millones.

Roland Busch señala que los tiempos de entrega continuarán siendo más largos por la acumulación de pedidos y la escasez de componentes, afrontando vientos en contra como la inflación de costes en materiales y transporte, y falta de expertos en algunas áreas… Aspectos que reflejan la crisis de carestía

Eso sí, en su tercer trimestre fiscal, Siemens redujo su ganancia neta un 33,6%, hasta 1.167 millones, al no anotarse el impacto positivo extraordinario de las plusvalías de escindir Siemens Energy que obtuvo hace un año. Los ingresos entre julio y septiembre han crecido un 17,7%, a 17.444 millones, y los pedidos, un 26,3%, a 19.070 millones.

Roland Busch, que sustituyó como presidente y CEO de Siemens a Joe Kaeser el pasado febrero, ha destacado que “en un entorno difícil, hemos ganado cuota de mercado y superado claramente nuestra previsión de beneficio neto”. Por ello, confía en que “el impulso continuará en el año fiscal 2022”, aunque los tiempos de entrega continuarán siendo más largos por la acumulación de pedidos y la escasez de componentes, afrontando vientos en contra como la inflación de costes en materiales y transporte, y falta de expertos en algunas áreas… Unos aspectos que reflejan la crisis de carestía que está surgiendo en todo el mundo.