Nokia ha informado de unas ventas netas de 4.550 millones de euros en el segundo trimestre, lo que supone una caída del 1% respecto al mismo trimestre del año anterior, ha informado el proveedor de equipos de telecomunicaciones finlandés.
Su beneficio operativo comparable se ha reducido un 29% hasta los 301 millones.
"El negocio subyacente de Nokia se comportó según lo previsto durante el primer semestre. Sin embargo, considerando las dificultades cambiarias y arancelarias que escapan a su control y que se han presentado desde la publicación de sus resultados del primer trimestre, la compañía considera prudente en este momento reducir el rango de sus previsiones de beneficio operativo", destacó la compañía en un comunicado.
En concreto, ha rebajado su previsión de beneficio operativo anual a una horquilla de entre 1.600 y 2.100 millones de euros, frente a los anteriores 1.900-2.400 millones. Y esto no ha gustado al mercado, pues su cotización baja un 10% en los últimos cinco días.
Cabe recordar que esta multinacional finlandesa de telecomunicaciones y tecnología fue líder mundial en la fabricación de teléfonos móviles entre 1998 y 2011. Sin embargo, con la aparición de los teléfonos inteligentes en la competencia, se vio obligada a transformarse en una empresa principalmente dedicada a las redes de telecomunicaciones.
De hecho, en febrero de 2023, la empresa cambió su imagen corporativa, tras 60 años, para desvincularse de la venta de móviles. El presidente y CEO de la compañía, Pekka Lundmark, explicó entonces: “Vemos un futuro donde las redes van más allá de conectar a personas y cosas. Son adaptables, autónomas y consumibles. Son redes que sienten, piensan, actúan y maximizan las oportunidades de digitalización”. Y añadió: “De cara a reflejar esta ambición, cambiamos nuestra marca para que refleje quiénes somos hoy”.
Por otra parte, los resultados de Nokia se enmarcan en el contexto de su competencia con la empresa sueca Ericsson y con la china Huawei. Esta última se encuentra de plena actualidad por el veto que le ha impuesto la Administración estadounidense, acusándola de espionaje. Lo cual ha tenido repercusiones hasta en España, por cuanto el Gobierno de Pedro Sánchez sigue contando con sus servicios, pese a las amenazas y exigencia de Washington de no utilizar las chinas Huawei ni ZTE.
Así lo expresó recientemente presidente del Comité de Inteligencia del Congreso Norteamericano, Rick Crawford, acusando al Gobierno español de colaborar con el fabricante chino de redes de telecomunicaciones, brazo ejecutor del Partido Comunista Chino (PCCh): "En respuesta a los informes de que el gobierno español ha contratado a Huawei para gestionar las escuchas telefónicas de la agencia de inteligencia. Este titular es casi inimaginable. España está jugando con fuego al poner en riesgo su seguridad nacional y la de sus ciudadanos. Al utilizar un conocido agente del PCCh para recopilar y almacenar cantidades insuperables de datos sensibles, España se ha vuelto vulnerable a claras amenazas a la seguridad y la soberanía, no solo de sí misma, sino también de sus aliados en todo el mundo. Cada país que abre sus puertas a Huawei solo brinda más oportunidades a la empresa controlada por el PCCh para extraer datos que utilizan para promover sus objetivos geopolíticos. A medida que el PCCh continúa acumulando estas "victorias", se anima a asumir su próxima y trascendental estrategia de influencia. La comunidad internacional debe trabajar unida para defenderse de la influencia destructiva y generalizada del PCCh".












