Una vez más, China se burla, una vez más, de España... y ya hemos perdido la cuenta de cuántas van, y las que seguirán sumándose, tristemente. Ahora se ha conocido que se traerá más de 1.800 chinos para construir la gigafábrica de baterías para vehículos eléctricos en Figueruelas que impulsan la multinacional tecnológica china CATL y el grupo automovilístico Stellantis (el cual surgió de la fusión del francés PSA y el italoestadounidense FCA en enero de 2021 y que tiene su sede en Ámsterdam).

La cifra de los 1.847 trabajadores chinos que se movilizarán entre este año y 2026 no se queda ahí, sino que el alcalde de Figueruelas (Zaragoza), Luis Bertol, la ha elevado a “2.200 personas chinas trabajando en la factoría”, en declaraciones a la Cadena SER de Zaragoza. Y todo esto en un pueblo que tiene 1.273 habitantes empadronados. Por ello, el Gobierno de España (encabezado por el PSOE y en una coalición con Sumar) y el de Aragón (liderado por el PP), pese a ser de distinto signo político, están trabajando para los cauces legales de dicho traslado, así como los retos logísticos, habitacionales y laborales que implican. Al parecer, ya se baraja la idea de construir casas móviles prefabricadas para albergarles.

Sin embargo, todo esto supone una nueva tomadura de pelo por parte del gigante asiático que preside Xi Jinping. Y es que CATL y Stellantis vendían como una gran inversión (de 4.100 millones de euros, nada más y nada menos) el proyecto de gigafábrica de baterías de Figueruelas, donde contarán con ayudas públicas, por supuesto, y presumían de que iban a generar 3.000 empleos directos. Pues bien, los primeros, que serán los encargados de su construcción, serán entre 1.800 y 2.200 chinos, ¿los españoles no saben construir? Es muy probable que el tema no sea ese, sino que lo hagan a menor velocidad y a costes laborales más altos.

Y por cierto, no hay que olvidar que el proyecto de la gigafábrica de baterías de la citada localidad zaragozana es un cuento chino desde el principio. China hará las baterías y retendrá las patentes de la misma (serán de litio hierro fosfato), mientras que España sólo las ensamblará, es decir, las montará en el vehículo eléctrico y apretará los tornillos. Por tanto, a pesar de que el proyecto recibirá ayudas públicas procedentes de los fondos europeos, no aportará ningún valor añadido ni tecnología puntera española, y no supondrá dejar de depender de otros países y fortalecer nuestra autonomía estrategia, sino depender más de China.

Es una muestra más de cómo los chinos se están instalando últimamente en nuestro país, donde les gusta muchísimo vender pero no producir ni crear empleo industrial. Algo que se ve muy bien en el sector del automóvil, donde las marcas chinas nos están colonizando y son las que más crecen, pero por ahora solo el grupo Chery (dueño de las marcas Omoda y Jaecoo) es socia de Ebro para producir en la antigua fábrica que Nissan tenía en la zona Franca de Barcelona.... y ahora se plantea instalar su sede europea en nuestro país, pero no más fábricas aquí. Y cómo no, Pedro Sánchez se lo sabrá agradecer. De hecho, tendrá oportunidad de hacerlo el próximo miércoles 11, cuando recibirá la visita del presidente de la República Popular de China, Han Zheng, en La Moncloa.