Acerinox ha comunicado hoy al mercado sus principales cifras de negocio al cierre del primer trimestre del año. La compañía ha logrado en el primer semestre que la facturación aumentara un 10% con respecto al primer semestre de 2024, llegando a los 3.058 millones de euros.

Sin embargo, el gigante siderúrgico registró unas pérdidas netas de 18 millones de euros en el primer semestre del año, frente a las ganancias de 114 millones de euros en el mismo periodo del año pasado, tras realizar un ajuste contable extraordinario debido a un deterioro de créditos fiscales de 48 millones de euros por el mal comportamiento del mercado europeo, informó la compañía, que destacó que el periodo ha estado marcado por un entorno de mercado "muy complicado" por los conflictos geopolíticos y arancelarios y la presión importadora en Europa.

En línea, el resultado bruto de explotación (Ebitda) del segundo semestre se situó en los 214 millones de euros, un 9% menos que en el mismo periodo del pasado ejercicio. Pero, en el segundo trimestre el Ebitda aumentó un 10% con respecto a los tres primeros meses del año, hasta 112 millones de euros. Por su parte, el resultado neto arrojó una cifra negativa de 28 millones debido a ese deterioro de créditos fiscales de 48 millones de euros.

La deuda financiera neta del grupo, 1.222 millones de euros, se incrementa en 27 millones de euros con respecto al primer trimestre, afectada fundamentalmente en 76 millones de euros por el efecto de la depreciación del dólar sobre la valoración en euros de la caja de la filial North American Stainless (NAS).

Su consejero delegado, Bernardo Velázquez, explica que la empresa "sigue avanzando en el desarrollo de su plan estratégico, a pesar del entorno de mercado marcado por la incertidumbre arancelaria y una compleja situación macroeconómica que han ralentizado la demanda".

"Las barreras arancelarias impuestas a las importaciones de acero y otros productos en Estados Unidos deben fortalecer la posición de los productores domésticos, como es nuestro caso. Esto podría traducirse en una mayor demanda de nuestros productos y, potencialmente, en una mejora de nuestros márgenes de beneficio en esta región clave". 

Con estas declaraciones Velázquez se mantiene firme en las dos ideas que lleva sosteniendo en los últimos meses: jugar con las mismas reglas del juego y marcar Estados Unidos como el presente y el futuro de la compañía. Sobre lo primero, el CEO de Acerinox lo ha repetido en todas sus intervenciones, Europa debe actuar ante los aranceles de Trump, usando también aranceles con los que vienen de fuera. 

Y sobre Estados Unidos, Velázquez asegura que Acerinox sigue "centrada en la integración de Haynes, donde se han identificado sinergias con las demás filiales del grupo, VDM y NAS, de 75 millones de dólares (unos 64 millones de euros), y que están avanzando a buen ritmo".

Acerinox se hizo con Haynes International, fabricante y comercializador estadounidense de aleaciones tecnológicamente avanzadas de alto rendimiento para sectores claves como la aviación o petróleo y gas, y ahí es hacia donde se dirige la compañía: Estados Unidos.