
Resulta que SaraAagesen es aún más mentirosa que su antecesora, Teresa Ribera. En una rueda de prensa en la tarde del martes 4, donde hizo la ratificación de España del Tratado Global de los Océanos, se ha atrevido a señalar que el Gobierno “no ha aumentado los impuestos a las nucleares”. Y entonces, ¿la tasaEnresa, qué? Recuerden que Ribera la subió un 30% a partir del pasado 1 de julio.
Por si esto no basta, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha subrayado que “la mal llamada ‘tasa Enresa’ no es impuesto, es el coste de la gestión de los residuos radioactivos y el desmantelamiento de las centrales nucleares”. “Hablamos de 20.000 millones de euros que tienen que poner encima de la mesa las empresas propietarias. De no ser así, los tenemos que pagar la ciudadanía en su conjunto y eso no cumple con el principio de quien contamina paga”, ha añadido. Unas declaraciones con las que Aagesen respondió al hilo de la carta que la presidenta de Extremadura, la pepera María Guardiola, ha enviado a Pedro Sánchez, pidiendo que el Estado explote la central de Almaraz si no le baja los impuestos a las empresas propietarias (Iberdrola, Endesa y Naturgy).
Las palabras de Aagesen son ciertas a medidas, porque ella sólo destaca lo que le interesa, naturalmente, por lo que cabe recordar la intrahistoria del acuerdo alcanzado en 2019 para el cierre progresivo de las centrales entre 2027 y 2035. En el Gobierno estaban PSOE y Podemos; el primero apostaba por un cierre al final del periodo de licencia mientras el segundo quería parar inmediatamente. Ante esto, Enresa subrayó que en ese caso no habría dinero para el desmantelamiento porque por ley las centrales dejarían de pagar... y se crearía un agujero para los ciudadanos de miles de millones. Las propietarias de las centrales (Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP) aceptaron seguir funcionando y no parar durante el tiempo firmado, así como un incremento máximo de la tasa Enresa del 20%, hasta el límite de 7,98 euros por megavatio-hora (MWh). Desde hace unos meses, “el acuerdo se ha incumplido”, refirió hace unas semanas IgnacioAraluce, presidente de Foro Nuclear (asociación que agrupa a la industria nuclear española), porque desde el pasado 1 de julio el Ministerio que entonces dirigía Ribera ha subido la tasa Enresa un 30%, a 10,36 euros/MWh. Eso sí, al menos, no la elevó un 40%, como había planeado en un principio.
Por cierto, Aagesen debería tener en cuenta que las centrales nucleares pagan de media unos 28 euros/MWh solo por producir y “pagamos por todo lo que contaminamos... y bien”, subrayó Araluce, por tanto “cumplimos eso de que quien contamina paga”. De hecho, afrontan numerosos, elevados y redundantes impuestos (estatales, autonómicos y locales, y otras tasas y tributos -incluso por la prestación del servicio de la Guardia Civil y por los servicios del Consejo de Seguridad Nuclear-). Entre esos impuestos, abona uno sobre la producción de combustible nuclear gastado (unos 5 euros/MWh) y también le paga a Enresa por el combustible gastado. Y ojo, el impuesto sobre la producción de combustible nuclear gastado se puso a las nucleares para ayudar a cubrir el enorme agujero del déficit de tarifa que generó José Luis Rodríguez Zapatero con sus generosísimas primas a las renovables... que aún seguimos pagando todos los contribuyentes españoles y que tardaremos años en liquidar, y encima incluye el pago de intereses. Además, dichas primas han provocado laudos internacionales... y hasta embargos.
La vicepresidenta Aagesen debería tener todo lo anterior en cuenta y también que la carga fiscal de la nuclear se ha disparado un 70% en los últimos cinco años, como ha revelado un informe de PwC, lo que pone en riesgo su viabilidad económica. Esta consultora ha señalado que entre 2025 y 2035 más del 40% de los costes totales de operación del parque nuclear estarán compuestos por tasas y tributos. Además, recientemente en su reunión en Davos (Suiza), el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) ha destacado que la energía nuclear debe ser reconocida como una fuente de energía fiable, escalable y asequible con bajas emisiones de carbono, y recibir un trato justo para incentivar la inversión. Y por cierto, en este Foro celebrado en Davos se vieron Aagesen y Ribera, ¿hablarían de las centrales nucleares españolas?
