Sus señorías se han disputado hoy los escaños: dónde se sienta cada cual. Y una vez más, el Partido Popular ha vuelto a aliarse con la izquierda con el único objetivo de perjudicar a Vox.

Al final, en el grupo de Santiago Abascal, aunque accede a la segunda fila de escaños, se obliga a sus 52 diputados a recorrer un reguero de escaños en vertical para volver al gallinero.

Un detalle sin importancia, si se quiere, pero llama la atención que, nuevamente, en la Mesa del Congreso, haya sido el Partido Popular el patético: se ha aliado con la izquierda y con los independentista para marginar a Vox. Un poco ridículo.