Facebook se ha convertido en el gran enemigo de los medios de comunicación, como Google. Y es que no sólo les censura (tristemente, Hispanidad lo sabe bien), sino que también les roba publicidad: de hecho, los anuncios representan el 98% de los ingresos de la red social. 

La compañía que dirige Mark Zuckerberg ha tenido un beneficio neto de 24.108 millones de euros en 2020, lo que supone un 57,6% más que el año anterior. Por su parte, los ingresos han ascendido a 70.985 millones (+21,6%), de los que 69.502 millones (+21%) proceden del negocio publicitario. Además, ya cuenta con 2.800 millones de usuarios mensuales activos, lo que supone un 12% más que hace un año, a pesar de que ha empezado la huida hacia otras redes sociales y aplicaciones de mensajería, entre otras cosas porque WhatsApp obligará a compartir sus datos con Facebook.

“Tuvimos un final de año sólido”, ha señalado Zuckerberg, teniendo en cuenta que los ingresos en el cuarto trimestre crecieron un 33%. Sin embargo, David Wehner, director financiero de la red social, ha advertido que si bien esta se ha beneficiado de las tendencias económicas desarrolladas durante la pandemia, como el auge del comercio en línea y la demanda de productos en vez de servicios, lo que ha proporcionado “un viento de cola” para su negocio publicitario, de cara al futuro, una moderación de estas tendencias podría ser un obstáculo para crecimiento de los ingresos publicitarios… y por ende, para el conjunto de la facturación. Además, persiste la incertidumbre respecto a la viabilidad de las transferencias de datos transatlánticas por los recientes desarrollos regulatorios en Europa.

Conviene recordar que el primer año del coronavirus ha traído sorpresas que en nada han tenido que ver con la pandemia. Y es que Zuckerberg ha acabado cediendo al chantaje de George Soros… y todo ello, a pesar de que el filántropo nacionalizado estadounidense y de origen húngaro llegara a señalar que “Zuckerberg debería ser removido del control de Facebook”, durante una cena en Davos (Suiza), en febrero del año pasado. ¿El motivo? Soros argumentó que el CEO de Facebook había ayudado a Donald Trump a ganar las elecciones en 2016 y estaba convencido entonces que haría lo mismo en 2020. Sin embargo, después de unos meses, Facebook, Youtube y Twitter firmaron la paz con los grandes anunciantes mundiales, que retiraron su publicidad en verano (más de 1.000 firmas lo hicieron) para protestar por la inacción de la red social ante lo que ellos consideraron mensajes de odio tras la muerte de George Floyd.