• El ministro teme que la representante de Álvaro Nadal desestabilice la Comisión.
  • Además, la consigna en Moncloa es que en tiempos de tribulación no hacer mudanzas. Ni en CNMV, ni en Banco de España ni en la CNMC.
  • La vicepresidenta Soraya tampoco quiere problemas, ni con las petroleras ni con Telefónica.

María Fernández Pérez (en la imagen) es la vicepresidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) impuesta a su presidente, José María Marín Quemada, desde la Oficina Económica de Moncloa, que dirige Álvaro Nadal. Fernández Pérez y el gemelo Nadal ya habían trabajado juntos y doña María se consideró desde el primer momento como una vicepresidenta ejecutiva con un presidente de paja.

Enseguida comprobó que no era así y a partir de ahí como si se tratara de una reedición de gobernador Luis María Linde y el subgobernador Fernando Restoy, comenzaron las zancadillas de Fernández Pérez a Marín Quemada… no para hacerse con el cargo, que considera imposible (seis años sin cesar salvo por razones de fuerza mayor) sino con el poder.

En Telefónica se quedaron muy asombrados cuando Fernández Pérez les advirtió que no les convenía hablar mucho con Marín, dado que luego "tendréis que pasar por aquí", señalando a su despacho o a ella misma, se supone. Y Telefónica tiene pendientes dos cuestiones claves: Fibra Óptica y Canal .

Luego vino el episodio de las petroleras, a quien Marín Quemada multó y Repsol recusó. Considerando las buenas relaciones tanto de Repsol como de Cepsa con Álvaro Nadal, las conclusiones salen por sí solas.

Ahora bien, Fernández se ha pasado. El ministro Luis de Guindos, que no es el mejor amigo de los gemelos Álvaro y Alberto Nadal, ha enviado instrucciones a Fernández Pérez de que deje de fastidiar.  No quiere tensiones en un organismo clave, y tan difícil, como la CNMC.

Eulogio López

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