El déficit eléctrico cerró 2019 cercano a los 700 millones de euros, según cálculos de los técnicos de la CNMC, de los que se ha hecho eco Cinco Días. Asimismo, la estimación para este año es que también haya saldo negativo, en concreto de unos 300 millones. Cifras que no suponen buenas perspectivas y ojo, porque aún no se sabe si los fondos aceptarán el nuevo sistema de subastas, y además, varios representantes del sector renovable de nuestro país pidieron un rediseño en el V Foro de Energía organizado por El Economista la semana pasada.

De confirmarse los cálculos del regulador de competencia, se rompería una buena racha en el sistema eléctrico, que ha venido registrando superávits anuales entre 2014 y 2018, llegando a un acumulado de 1.687 millones. Una cifra que esta en una cuenta de la CNMC y de la que aún quedan unos 1.000 millones, por lo que se podrían compensar los déficits del año pasado y de este.

Respecto al nuevo sistema de subastas, recuerden que ya no habrá primas sino una rentabilidad garantizada a medio plazo. Claro que habrá que hacer encaje de bolillos, porque si esta es muy alta, repercutirá en la factura de la luz que pagan los consumidores o aumentará el arrastrado déficit de tarifa… y si es poca, no atraerá a los inversores. A las comercializadoras no les ha contentado el proyecto y varios representantes del sector renovable pidieron en el V Foro de Energía de El Economista que se rediseñe el modelo: que haya diferencias por tecnología y que se tenga en cuenta el impacto social. Eso sí, esperan en que haya una nueva subasta antes de final de año.

Y encima, en todo este tema,, no hay que olvidar que aún sigue pendiente la pesada herencia energética de José Luis Rodríguez Zapatero: aún quedan por pagar 16.602 millones del déficit de tarifa. Además, España sigue perdiendo laudos: según el Unctad, se han resuelto 13 (12 en contra y 1 a favor), aunque el pago de reclamaciones aún no se ha efectuado.