Sr. Director: El pasado 8 de noviembre se cumplió el V centenario de la muerte de uno de los personajes más fascinantes que ha dado España en toda su historia: el cardenal Cisneros. Se le recuerda como regente, confesor de Isabel la Católica o arzobispo de Toledo, pero Cisneros fue cualquier cosa menos un hombre apegado al poder, hasta el punto de retirarse a la clausura cuando empezaba a despuntar su carrera eclesiástica. El destino truncó sus planes de una vida de oración, pero él ya nunca dejó de ser ese franciscano austero y sencillo movido por la fidelidad al Evangelio. Se le considera, con justicia, un prototipo de humanista del Renacimiento en España, con un impresionante legado cultural que incluye la fundación de la Universidad Complutense o la edición de la Biblia políglota. Jesús D.