• Merkel exige 'un castigo' ejemplar tras el fraude de la multinacional en la manipulación de las emisiones en sus vehículos.
  • La primera víctima es el consejero delegado del grupo, Martin Winterkorn, que no ha tenido más remedio que dimitir.
  • El Gobierno germano ya ha puesto en marcha una comisión de investigación y el caso se debate mañana en el Parlamento.
  • Francia e Italia o Corea de Sur siguen a Alemania y también piden explicaciones sobre la manipulación de las emisiones.
  • La estrategia del grupo también queda herida: EEUU no funcionará como recambio a la caída de ventas en China.
Este año quedará marcado en la historia de Volkswagen como un punto negro. El escándalo por la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en 11 millones de vehículos diésel ha arrojado un jarro de agua, no fría, sino gélida, sobre la multinacional germana. Y la primera consecuencia -tangible- ha saltado este miércoles con la dimisión de su cabeza más visible, el Ceo Martin Winterkorn. Finalmente, ha asumido su responsabilidad: "Volkswagen necesita renovarse, también en términos de personal. Estoy dispuesto a abrir el camino de la renovación con mi renuncia", ha dicho en un comunicado. La de Winterrkorn ha sido la primera cabeza en rodar de la cúpula directiva, pero no será la única, y se ha conocido tras la reunión, este mañana, del Consejo de Administración.  Una cosa está clara: el golpe reputacional ha sido tremendo, también para las expectativas del grupo y toca contestar con urgencia, que es lo que ha pedido la canciller alemana, Angela Merkel. La crisis se ha trasladado al conjunto del sector del automóvil -cuestionada sobre si cumple o no los límites fijados en las emisiones de gases- y también, no hay que olvidarlo, a la propia Alemania, donde está la principal fábrica de Volkswagen, la de Wolfsburg, en la que trabajan 70.000 de los 590.000 trabajadores de la marca. Y es que lo que ocurra en Volkswagen afecta a la economía alemana. En la imagen, la elocuente viñeta publicada en el diario alemán Tagesspiegel, que ha entrado también en el debate en las redes sociales. Es más, se puede hablar también de un terremoto político en la locomotora económica europea. Por eso ha pedido Merkel una explicación rápida y completa y ha exigido "total transparencia". El Gobierno germano ha creado ya una comisión de investigación y el Bundestag debate mañana jueves el escándalo. De momento, el escándalo ha provocado ya reacciones en varios países y esa es la razón que explica la dimisión de Winterkorn. VW ha tenido que provisionar 6.500 millones de euros en el tercer trimestre, que reducirá a más de la mitad el beneficio previsto para el año. Ese dinero no es para pagar multas, que podría ascender a 18.000 millones, sino para adecuar los vehículos mal fabricados. Es coste real puede ser mucho mayor y las provisiones necesarias mucho más elevadas. Todo eso es lo que ha descontado el valor en bolsa, tras dos días de impactantes desplomes (equivalentes a 25.000 millones de euros). Este miércoles, sin embargo, los mercados le han dado una tregua y la acción recupera terreno. El golpe del fraude descubierto afecta a la propia estrategia de VW, que esperaba conquistar el segundo mercado del mundo, Estados Unidos, para compensar así su retroceso en las ventas en China, el primer mercado, en el que la economía no crece como se esperaba. Y con ese golpe entra en vigilia el sueño del grupo germano de convertirse en el primer fabricante del mundo. El daño reputacional en EEUU no dejará indemne a la multinacional, ya tocada por la dura competencia de firmas como Ford, General Motors o Toyota. California, donde estalló el escándalo, no será sin embargo el único Estado americano que prepara acciones legales contra Volkswagen. A la investigación en ese país se une la petición de la Unión Europea, que pese a no tener competencia en la materia, instará a los Gobiernos a analizar las emisiones. Alemania, Francia e Italia han pedido ya pruebas para saber cómo se han falseado las pruebas de emisiones. Y fuera de la UE, también Corea del Sur ha anunciado que investigará al grupo para verificar la misma cuestión: el nivel de emisiones en sus vehículos. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com