Sucedió en Zaragoza. Un joven acude a una sesion de sexo grupal en un piso de la ciudad y, atención, una de las mujeres que participaban en la cita múltiple le denuncia. Y lo hizo porque, según esta, no respetó las reglas que se habían pactado y terminó aprovechándose de ella sin su consentimiento. Como resultado la Fiscalía solicita cinco años de prisión como presunto autor de un delito de abusos sexuales.

Los asistentes a aquella reunión fueron cuatro: dos hombres y dos mujeres. La denunciante asegura que lo que le habían propuesto inicialmente era participar en un trío, pero a este terminó sumándose el acusado.

Y es que, ya lo dijo Irene Montero con la ley del 'sólo sí es sí': “Solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”. No sabemos cómo se interpretará jurídicamente el hecho de encontrarse en una cita sexual pactada. 

En Hispanidad lo decimos desde el principio de la ley: ¿seguro que sólo el sí es sí? Si esta ley acaba tal y como empieza su tramitación, nos encontraremos con un nuevo coladero para desaprensivas, el instrumento ideal para cualquier mujer retorcida que quiera vengarse de un varón.

Todo esto es muy complejo.