Todo el mundo habla cuando cesa... y más si esto pasa de mala manera. En esta ocasión se puede ver en Isabel Pardo de Vera, que afirma que “hubo ineficiencias” en el caos de los trenes de Asturias y Cantabria, en su intervención en el II Foro Económico Español ‘La Galicia que viene’, organizado por El Español, Invertia, Quincemil y Treintayseis.

La ex secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana asegura que “dejé mi cargo a disposición”, pero parece que no lo habría hecho encantada. Recuerden que la chapuza del error en las medidas de unos trenes encargados a CAF para Asturias y Cantabria se intentaron saldar con ceses poco importantes, pero al final el tema acabó provocando las dimisiones de Isaías Táboas e Isabel Pardo de Vera, que ocupaban los cargos de presidente en Renfe y Adif, respectivamente, en el momento del encargo. Táboas mantenía el mismo puesto, pero Pardo de Vera había ascendido a número dos del Ministerio de Transportes.

Esta última ha referido que “nunca” ha tenido “apego al puesto”, pero ha cargado contra la “intencionalidad” del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, porque “tenía que tapar alguna cuestión de corrupción”. Además, ha aludido a que el contexto electoral ante las autonómicas y municipales no ha ayudado, y conviene recordar la consigna de Pedro Sánchez de que en año electoral no dimite nadie y que, por ahora, ha salvado a la ministra Raquel Sánchez. Todo ello mientras surge la duda de si Isabel Díaz Ayuso tendrá razón y Sánchez estará chantajeando a Madrid utilizando a los viajeros de Cercanías, y este último insiste en tener bien colocada a su‘smart people’ en la recta final de la legislatura, pues ha ascendido a su amigo Gonzalo Pastor Barahona en Renfe y de paso cobrará el doble. 

En dicho Foro, Pardo de Vera también aprovechó para defender la llegada del AVE a Galicia, al que considera “una catedral” y “la espina dorsal de la movilidad sostenible”. Eso sí, cree que aún hay deberes, como la llegada de los trenes Avril (encargados a Talgo y que llevan un año de retraso) o de los competidores de Ouigo e Iryo. Olvida que España sigue ‘haciendo el primo’ en materia ferroviaria, mientras Renfe aún no llega a Francia e Italia.