No lo digo yo, ni ningún vidente del siglo XXI. Lo dice San Pablo: "Dios les envía un poder engañoso para que crean en la mentira y sean condenados cuantos no creyendo en la verdad se complacen en la iniquidad" (II Tesalonicenses 2, 11-12).

Es más, yo me leería el breve capítulo segundo de la II Carta de San Pablo a los chicos de Tesalónica, donde se habla de ello. 

Está claro: no creen en la verdad, no es que cometan iniquidad, es que se complacen en ella, algo muy parecido a la adoración de la Bestia.

¿Se dan las dos condiciones para la Segunda Venida de Cristo, la apostasía generalizada y la aparición del Anticristo? La primera sí, la segunda no la veo, pero no digo que no

Sinceramente la mejor definición que he escuchado de la Blasfemia contra el Espíritu Santo, el signo de nuestro tiempo... y resulta que ya estaba en San Pablo. Recuerden, la Blasfemia contra el Espíritu Santo, el pecado que no se perdonará ni en este siglo ni en el venidero, consiste en lo que los fariseos habían dicho cuando Jesús les habla de ese tipo de blasfemia imperdonable: le llamaron Dios al demonio y demonio a Dios, bien al mal y mal al bien, verdad a la mentira y mentira a la verdad y, cómo no, bello a lo feo y feo a lo bello: "Este expulsa los demonios por el poder de Beelzebú, príncipe de los demonios" (Mt, 12).

La Blasfemia contra el Espíritu Santo es la mayor impostura de la historia, latente desde los comienzos de la civilización y ahora, en el siglo XXI, expresa, casi definitoria de la sociedad actual.

No pienses tanto en el fin del mundo porque tu fin del mundo es tu muerte... y puede suceder en cualquier momento. Conviértete hoy, que a lo mejor mañana es tarde

Entonces ¿son éstos los tiempos del Anticristo? Sospecho que sí pero no puedo razonarlo ni mucho menos demostrarlo. No tengo ni idea. ¿Se dan las dos condiciones para la segunda venida de Cristo, la apostasía generalizada y la aparición del Hijo de la Perdición? La primera sí, la segunda creo que sí pero no la veo.

En cualquier caso, lo de siempre: deja de pensar en el futuro porque el futuro se hace en el presente. No pienses tanto en el fin del mundo porque tu fin del mundo es tu muerte... y puede suceder en cualquier momento. Conviértete hoy, que a lo mejor mañana es tarde.

Pero está claro que la descripción de San Pablo se está cumpliendo en el siglo XXI como si se tratara de un reflejo: no creyendo en la verdad se complacen en la iniquidad.