Hace unos días comenzó el Adviento, el tiempo de preparación para el nacimiento de Jesús, que es lo que de verdad se celebra cada Navidad. En este mundo tan consumista, cada vez empiezan antes a venderse productos navideños y a iluminarse las calles con un montón de luces (que no hacen demasiada gracia a Teresa Ribera), pero afortunadamente hay algunas marcas que en sus anuncios recuerdan en estas fechas la importancia de la familia, los amigos y la vuelta a casa por Navidad: Suchard, Ruavieja y El Almendro.

Este año, el turrón Suchard utiliza los dibujos animados para hacer un bello resumen de la familia a través de la historia de una concreta, desde la actualidad y hasta 1973, mostrando el amor de un matrimonio formado por un hombre y una mujer (algo que cada día es más revolucionario), y de la familia que van formando con hijos, nietos y hasta un perro. Al final del anuncio hay lugar para un selfi familiar y dos eslóganes: “La vida es lo que pasa entre Navidad y Navidad” y “Nunca dejemos de celebrarla”. Después aparece el logo de Suchard y el lema “Sigamos compartiendo”.

La familia no es baladí para la marca Chocolates Suchard y se remonta a sus orígenes: se fundó en 1826 por el suizo Philippe Suchard en la ciudad de Neuchâtel (Suiza), años más tarde se la legó a su hijo. Mucho más tarde, en 1970 se fusionó con otra y en adelante fue objeto de varias compras y fusiones, hasta que llegó a Kraft General Foods, que en 2012 pasó a ser Mondelēz International.

Ruavieja empieza su anuncio de este año con un descubrimiento científico de la mano del reputado neurocirujano Ajmal Zemmar: actividad del cerebro humano en el instante final de la vida, lo que reflejaría que, tal y como intuía la cultura popular, la vida podría pasar delante de nuestros ojos como en una película en el momento de dejar este mundo. Por ello, escogen a un grupo de personas y les muestran las películas de sus vidas, que contemplan emocionados y con sonrisas, donde aparecen sus familias, amigos. Tras el visionado, una afirma que lo que ha visto es “todo, son mi vida, sin ellos no existiría”, otra que “hay veces que no priorizamos las cosas que son importantes y por eso nos perdemos que hay momentos que son mágicos”, otra que “estamos tan acelerados que no te das cuenta que la vida está pasando”, les invita a replantearse las cosas y a hacer cambios, concluyendo que se trata de que “haya muchos recuerdos juntos, es que al final eso es lo que te vas a llevar”. Y concluye señalando que “nunca es tarde para cambiar la película de tu vida”, y el lema de tenemos que vernos más que inició en 2017.

La historia de Ruavieja se remonta a una familiar y centenaria. Surgió en 1889, en Santiago de Compostela, cuando la familia viticultora Rodríguez Ovalle empezó a dedicarse a elaborar licores y aguardientes de primera calidad procedentes de los mejores orujos gallegos, y desde entonces ha mantenido intacto un secreto durante cuatro generaciones.

Por su parte, El Almendro llega, como es habitual, con su tradicional banda sonora publicitaria desde 1983: “Que hoy es Nochebuena y mañana Navidad”, “Vuelve a casa, vuelve, por Navidad”. Unas vueltas a casa que este año están protagonizadas por las que se producen en avión, dando lugar a cariñosos recibimientos en los aeropuertos.

La historia de El Almendro también es familiar y centenaria: surgió en 1868 en Jijona (Alicante), gracias a Antonio Monerris Planelles, a quien en 1885 se une su sobrino en la producción turronera. En 1196 El Almendro se une al grupo Delaviuda, que nació en 1927 de la mano de Manuel López y María Rojas, con la apertura de una pequeña confitería en la provincia de Toledo.

Los anuncios de Suchard, Ruavieja y El Almendro son espececiales para estas fechas, pero sin caer en la cursilería y con bastante credibilidad, no como Amazon. El gigante estadounidense de comercio electrónico que fundó y que sigue dirigiendo Jeff Bezos como presidente ejecutivo, aunque ha dejado los detalles del día a día al CEO, el progre Andy Jassy, habla en un anuncio de “la alegría de compartir”, mientras compite con sus propios proveedores y es un cuasi monopolio… que ahora está siendo investigado en EEUU, y que usó un algoritmo secreto para saber hasta dónde podía subir los precios.