Los españoles nos encontramos ante una nueva puerta que atravesar, de la que desconocemos qué se oculta tras ella. Estoy hablando de una más de las misteriosas puertas de Pedro Sánchez, en las que como en las anteriores ha demostrado que siempre tiene alguna jugada escondida, independientemente de que esté o no en la legalidad, que sea o no ética, o que cuente con líneas rojas, amarillas, verdes o azules... Y no hablemos de su condición moral.

Un escenario en el que convierte a España en un circo de tres pistas. Dos de ellas son las elecciones casi coincidentes en el tiempo de las regiones nacionalistas de Cataluña y las Vascongadas; y una tercera pista, la verdaderamente misteriosa, que es las más que posibles elecciones generales que puedan sobrevenirnos a los españoles. Las circunstancias se están atando de tal manera, que hacen que cada día que pasa, sea más imposible la supervivencia del gobierno de Pedro Sánchez.

No es que lo diga yo, son muchos los analistas los que observan con cierto pavor, provocado por la angustia de la incertidumbre, por el qué sucederá tanto en una comunidad como en la otra, porque el partido socialista, en ningún caso, sacará mayoría absoluta para gobernar, más bien será el partido bisagra que apoye a una fuerza u otra para formar gobierno. En el País Vasco, se encontrará entre dos de sus socios que le han permitido seguir en Moncloa: el PNV, que ha demostrado una y otra vez a lo largo de su historia ser un partido de conveniencias e intereses partidistas; y Bildu, que se han encaramado en el poder a lo largo de estos últimos años, precisamente gracias a los apoyos socialistas.

En País Vasco, el PSOE tendrá que escoger entre PNV y Bildu, la parte que más le convenga, sabiendo que la otra parte se lo hará pagar posiblemente en el Congreso de los Diputados. Exactamente también sucederá lo mismo en Cataluña, con ERC y Junts

¿Qué puede suceder? Pues ya sabemos cómo se pagan los pactos incumplidos entre mafiosos y terroristas, que hablen las armas. Hoy en día no hablamos de armas de fuego -o eso espero, porque con Bildu nunca se sabe, que el que tuvo retuvo-. Hablo de armas como las vendettas, que saldrán a relucir para chantajear determinadas posiciones o a ciertos personajes.

El PSOE tendrá que escoger la parte que más le convenga, sabiendo que la otra parte se lo hará pagar posiblemente en el Congreso de los Diputados. Exactamente también sucederá lo mismo en Cataluña, que se verá las caras con ERC y Junts, dos partidos nacionalistas e independentistas. El primero de izquierdas con raíces históricas nazis y, el segundo, ultraderechista y racista... Con estos bueyes tendrá que arar el señor Salvador Illa, que son los que le brindarán la posibilidad de compartir gobierno en Cataluña. Y, como consecuencia de esto, el partido que no sea elegido, como con los vascos, se lo hará pagar con creces en las Cortes españolas.

Esa situación imposible de resolver, un sudoku envenado en el que todas las partes, aunque se odien, se convienen entre sí porque todos tienen un mismo objetivo: fraccionar a España desde el poder, lo que les lleva a no tener en cuenta al resto de los españoles, que sí están condicionados y sujetos a la ley a través de la Constitución todavía vigente, donde respetan y asumen la condición de igualdad entre los ciudadanos, y donde los presidentes de las respectivas comunidades, tienen que seguir rindiendo cuentas al estado, así como recaudar los impuestos para la supuesta hucha única del bien común.

Un sudoku envenado en el que todas las partes, aunque se odien, se convienen entre sí porque todos tienen un mismo objetivo: fraccionar a España desde el poder, lo que les lleva a no tener en cuenta al resto de los españoles

Hablé hace unos días sobre los impuestos patrióticos que tanto defiende Pedro Sánchez. Sin embargo, lo malo es que solo piensa en ellos para echárselo en cara a la derecha, olvidando que acababa de soltar un cheque de 15.000 millones de euros a los independentistas catalanes perdonándoles la deuda autonómica, que pagaremos entre todos los españoles que no sean catalanes. Sucede igual con otras licencias fiscales que concedidas a los vascos, es decir, que la igualdad estaba rota desde hace años, puesto que son los únicos que tienen acceso a estas ventajas, ora políticas, ora sociales y/o fiscales, que no tienen nadie más, y que gobierno tras gobierno, ya sea PSOE o PP, han consentido.

Como hemos dicho un poco más arriba, esta situación, lleva a Sánchez una más que posible decisión sobre unas nuevas elecciones. Algunos ya le han puesto fecha, y opinan que será para noviembre de este mismo año. Por eso el tono bronco está en alza, cada día más en un enfrentamiento directo en el que los insultos, el cinismo y la desfachatez son una vez más sus armas para competir en el panorama político nacional con un enfrentamiento directo contra el PP. Un Partido Popular en el que ya sea por sus complejos, o su inoperancia práctica, parece estar orillado en el terreno de juego, más bien mirando como el contrario se sigue tropezando en el barro, cociéndose a fuego lento en la propia salsa de sus corrupciones y sus huidas hacia adelante, olvidando que, tras la feliz visión de la agonía del gobierno, España se va por el sumidero.

La ofuscación de Sánchez con Díaz Ayuso le ciega hasta el punto de no darse cuenta de que es una estrategia errática, porque cada vez que la exige su dimisión todos miran a su mujer y luego hacia él, y es que Begoña Gómez se encuentra exactamente en el objetivo detodas las miradas por sus negocios más que turbios

Así, podemos contemplar a un PSOE cada vez menos socialista, abrumado por el sanchismo. Un sanchismo enfrentado contra Isabel Díaz Ayuso, que sin duda es su mayor enemigo, quizá por ser la única que hace oposición al Gobierno de España. La obsesión de Pedro Sánchez por la presidenta de la Comunidad de Madrid, ahora pasa por el novio de esta porque debe dinero a Hacienda... Su ofuscación le ciega hasta el punto de no darse cuenta de que es una estrategia errática, porque cada vez que la exige su dimisión todos miran a su mujer y luego hacia él, y es que Begoña Gómez se encuentra exactamente en el objetivo detodas las miradas por sus negocios más que turbios, que han terminado envueltos, o revueltos, en la corrupción que sacude al Gobierno y al Partido Socialista Obrero Español. Por cierto, que Begoña Gómez es otra de esas feministas incapaces de ser ella misma como mujer, y que solo por haber sido colocada donde se la colocó, fue única exclusivamente por ser la mujer de Pedro Sánchez, nada menos que el presidente de la nación. Un papelón de idéntica condición que la de Irene Montero por su relación afectiva con Pablo Iglesias.

Cómo hemos llegado hasta aquí (La Esfera), de Rosa Díez. Lo que está ocurriendo hoy en España es consecuencia de un pasado en el que no siempre hicimos las cosas bien. Lo que hicimos mal, los silencios, las complicidades, la desidia, la cobardía, la inmadurez, el egoísmo... han ido modulando el proceso de deterioro democrático que nos ha traído hasta aquí. Nadie podrá decir que no se podía saber; porque todo estaba denunciado, todo estaba anunciado, todo estaba escrito... Pero nos descuidamos... y pasó.

España, el pacto y la furia (ARPA), de Enric Juliana. El título de este libro como síntesis de lo que ha sido el largo y convulso periodo que va desde los atentados del 11-M a la legislatura de la amnistía. Desde hace seis años, España cuenta con un gobierno de coalición por una mayoría parlamentaria muy plural. En España recorre por todas sus arterias políticas la desafección, siendo uno de los países más polarizados.

La amnistía: el caballo de Troya de la democracia (Deusto), de Andrés Betancor Rodríguez. Este libro ofrece una exposición sistemática y minuciosa sobre el impacto y los efectos que tienen la extinción de los delitos y demás responsabilidades a los secesionistas, sobre las instituciones del Estado democrático de Derecho. El catedrático Andrés Betancor ha reunido a un plantel excepcional de los mejores juristas de España, junto con los que han manifestado su rechazo a esta medida aberrante.