Irene no se arrepiente ni pide perdón porque ella no se equivoca, ni con el Sólo sí es sí, ni con la ley Trans ni con la educación de los niños. Ella es inconmensurable y la culpa siempre la tienen los demás: los jueces, los medios, etc. 

Pues bien, la ministra de Igualdad -¿o de educación sexual?- es 'reincidente', en este caso respecto, precisamente, a la educación sexual de los niños, ojo, que hablamos de niños: recuerden sus polémicas declaraciones: "Todos los niños, las niñas, les niñes de este país tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a saber que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no lo quieren y que eso es una forma de violencia. Tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas, eso sí, en el consentimiento. Y esos son derechos que tienen reconocidos y que a ustedes no les gustan".

Repetimos: "Tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas, eso sí, en el consentimiento".

Aquellas declaraciones por las que se acuso a la titular de Igualdad de defender la pedofilia

Ahora, Montero repite argumento e incluso va más allá: «La educación sexual es un derecho para todos los niños, niñas y niñes aunque sus padres no quieran que lo tengan». Decimos que va más alla porque ataca de lleno a la tutela de los padres respecto a sus hijos. Nos recuerda a Isabel Celaá con el ya famoso: los hijos no son de los padres. 

«En realidad, la educación sexual es un derecho para todos los niños, niñas, y niñes, incluso aunque sus padres y madres no quieran que sepan que tienen esos derechos o no quieran que los tengan» -pues, en un instituto público de Madrid los padres no quisieron-, así se ha expresado la ministra en la presentación del libro 'La mala costumbre', de la autora, Alana S. Portero. 

Según ABC, en este sentido, ha cargado contra los bulos difundidos por «la ultraderecha», que aseguran que la 'Ley Trans' busca «confundir a las criaturas» u ofrecer una «barra libre de hormonas» ya que, según ha apuntado, la nueva norma protege a todos los niños.

Asimismo, Montero ha defendido la necesidad de vincular la lucha por los derechos trans a la lucha de clase y que la vulneración de estos derechos «se tiene que combatir con leyes». Además, según ha asegurado, no se debe menoscabar los derechos de una mujer «porque no sea perfecta». Al final, siempre nos surge la misma duda, ¿cómo define la señora Montero qué es una mujer?