Inasequible al desaliento, Irene Montero lo tiene claro: todos tienen la culpa de que aumenten los casos de mujeres asesinadas en España, también Marlaska... pero todos, menos ella. La ministra de Igualdad lucha contra la violencia machista con todas sus fuerzas, se deja la piel, que diría Yolanda Díaz. 

Montero ha reconocido que está muy preocupada por la crisis abierta con el repunte de casos. Diciembre ha sido el mes con más asesinatos machistas desde que hay registros, con 11 mujeres muertas y 12 menores de edad huérfanos. Es uno de los peores meses de la historia desde que hay registros. Pero es que enero está comenzando con numerosos casos nuevos. Ya son seis mujeres asesinadas.

Tal como recoge El Mundo, la ministra de Igualdad asegura que no hay "varitas mágicas" ni "una sola medida" que por sí misma pueda "garantizar que se evitan todos los asesinatos" machistas, por lo que considera que las soluciones que se puedan aportar para hacer frente a estos meses negros de violencia de género tienen que ir más allá de la "cuestión policial" y abordar más recursos humanos, económicos y de formación en diversos ámbitos.

En todo caso, Montero se ha mostrado interesada en conocer los detalles del planteamiento del Ministerio del Interior sobre avisar de alguna manera a las mujeres de que su pareja tiene antecedentes por violencia de género. "Necesitamos concretar esa propuesta", ha dicho en una entrevista en la cadena Ser, aunque no ha entrado en el fondo ni en las dudas legales sobre si podría aplicarse por vulnerar la protección de datos.

Sí comparte en que hay que "poner el foco" en los agresores, porque "detrás de cada mujer asesinada hay un maltratador". A este respecto, ha señalado a cuenta de la propuesta de Interior que todo lo que vaya a proteger a las mujeres lo van a defender.

La ministra de Igualdad ha recordado que el Ministerio de Igualdad pidió hace unos 20 días una reunión con Interior pero ésta aún no se ha celebrado. Montero ha reconocido que ni siquiera tiene fecha para reunirse con el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, aunque ha garantizado que el trabajo "no está parado" porque las secretarias de Estado están en comunicación "permanente" y existe "absoluta unidad institucional".