Recomiendo ver la primera misa, toda entera, no sólo la homilía, de León XIV en la Capilla Sixtina, junto al resto de cardenales. Porque a un cura se le conoce en la consagración, aún más que en sus sermones. En cualquier caso, si quieren centrarse en la homilía, aquí la tienen.
Una homilía que poco tiene que ver con su primera alocución a los fieles y sus circunvalaciones alrededor de la palabra paz. La homilía supera con creces a su primer discurso... porque durante su primera misa, ante los cardenales, Prevost no habló de pobreza, ni de refugiados ni de cambio climático.... habló de Dios.
Ahora empiezo a confiar en que el nuevo Papa aclare la confusión doctrinal en que nos sumió el anterior pontífice. Aunque todavía frecuente el palabro sinodalidad pero en fin...
Y justo ahora es cuando no deben pedirme que me resista a la tentación de hablar de la nuestra única, irrepetible, extraordinaria, genial, polifacética... Yolanda Díaz.
Nuestra vice, la que hacía seguimiento casi semanal (¡Qué digo, sin casi!) con el Papa Francisco, ha marcado la línea del nuevo Papado.
He debido confesar que a Yolandísima se le veía algo molesta porque los 133 cardenales reunidos en el Vaticano ni por un momento se han planteado, ni tan siquiera la posibilidad de elegir papisa a la buena de Yoli. Ella sí que habría continuado la labor de Francisco, corregida y aumentada, naturalmente, ya la conocen.
Pero naturalmente, sí marcó el ritmo. En declaraciones a la prensa, la vicepresidenta ha dicho que ahora, por fin, la Iglesia se va a preocupar "de lo importante, que es el hombre".
Y claro, León XIV no ha tenido otro remedio que ceder: por eso ha oficiado una misa donde sólo ha hablado de Dios.
De la sociedad también, sobre todo para recordar que en este mundo de 2025 al cristiano se le ridiculiza y a Cristo se le considera un superhombre.
En efecto son las dos herejías del momento, que confluyen en una sola: Dios fue un gran filántropo pero tanto como Dios... y la Iglesia es una ONG, que ayuda los vulnerables pero, naturalmente, no es el Cuerpo Místico de Cristo, el mismo que pidió que comiéramos su carne y bebiéramos su sangre, dotada, además, de infalibilidad moral... demasiado, ¿no?
El Papa sólo es una voz más, que rey soberano será si hace nuestra voluntad. Y en ese caso hasta podría caernos simpático.
Pero eso de predicar que el hombre es hijo de Dios, que puede hablar cara a cara con su Creador... esto ya es demasiado.
Lo que tiene que hacer León XIV es hablar del hombre, y nombrar vicepapisa a Yolanda. Y que conste que lo de Vice es sólo el primer paso.
