Como ha recogido Hispanidad, el Ministerio de Educación está elaborando un borrador con los currículos de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato que desarrollan la 'ley Celaá'. Para el caso de Primaria, se fomenta la motivación por las matemáticas «desde una perspectiva de género» y también se promueve el «descubrimiento personal de la sexualidad» y «juegos exploratorios estimulantes» para los niños de 0 a 6 años.

En un tuit, el líder de Vox, Santiago Abascal, daba voz a muchos padres españoles indignados: “¡Apartad vuestras manos de nuestros hijos, chusma totalitaria! Ni matemáticas con perspectiva de género, ni adoctrinamiento en amnesia histórica, ni talleres de sexualidad para preadolescentes, ni ataques a la familia, ni enseñanza en el odio a España”. 

Pero se han alzado más voces contra esta imposición del Gobierno de Pedro Sánchez, que no respeta ni la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que consagra el derecho preferente de los padres a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos (artículo 26.3). Ni tampoco respeta el artículo 27 de la Constitución Española, que protege el derecho fundamental a la educación y afirma la libertad de enseñanza; al mismo tiempo, garantiza el derecho de los padres a elegir la formación religiosa y moral que estimen más oportuna para sus hijos.

"La ministra nos garantizó que habría diálogo, consenso y trabajo conjunto, y nos hemos enterado por los medios de comunicación y filtraciones de los decretos... Es el mismo perro pero distinto collar”, añadía Caballero

En concreto, la del presidente de CONCAPA (Confederación Católica de Padres de Alumnos), Pedro José Caballero, que ayer en una entrevista en Trece TV denuncia que en el borrador filtrado, "todo se instrumenta a través de la perspectiva de género, la identidad sexual, etc. Si no sabemos el contenido de esa normativa, si no podemos participar, hablar ni consensuar la comunidad educativa sobre eso, no podremos avanzar nunca" y añade que "a estas edades los niños son esponjas que asimilan todo".

Por otra parte, sobre la asignatura valores cívicos, manifiesta que “a nosotros nos parece una reedición de la antigua asignatura de Educación para la Ciudadanía que ya vulneraba parte de los derechos de las familias de educar a sus hijos. Los padres tienen responsabilidad natural y humana de defender derechos de sus hijos mientras sean menores de edad. Tenemos a un Gobierno que no sabe dónde está la línea, la traspasa una y otra vez, quita a los padres casi la patria potestad de sus hijos".

"La ministra nos garantizó que habría diálogo, consenso y trabajo conjunto, y nos hemos enterado por los medios de comunicación y filtraciones de los decretos... Es el mismo perro pero distinto collar”, añadía Caballero. 

2+2 son 4, no sé qué perspectiva de género o identidad sexual tengo que dar ahí

En cuanto a la polémica con la nueva asignatura de matemáticas, explica que "se intenta dar un giro para que no sea una asignatura tabú para el sexo femenino. Un 8 es un 8 se ponga como se ponga, y 2+2 son 4, no sé qué perspectiva de género o identidad sexual tengo que dar ahí. Estamos perdiendo el norte totalmente. O los políticos se centran de verdad, o vamos a tener una catástrofe educativa que vamos a tardar años en recuperar”.

También ha asegurado que "de este Gobierno me espero todo y de sus dirigentes más. CONCAPA, que defiende los intereses de las familias, lo que va a hacer es estar implicada siempre en la educación de nuestros hijos, no dejar que el Estado abarque esa faceta que nos toca como padres y tender la mano para llegar a los máximos consensos".

Ha pedido que "dentro del órgano de consejo escolar del Estado se consensúe todo. Trabajar activamente por ese pacto educativo que llevamos pidiendo mucho tiempo. No se necesitaba esta nueva reforma educativa. Mientras la educación esté dentro de la política, no podremos avanzar”.

"No apostar de verdad por la cultura del esfuerzo y del trabajo es una barbaridad. Para que una sociedad avance y tengamos posibilidad de crecer, debe haber una calidad educativa. Si no hay una educación en libertad, no conseguiremos progresar. Nos va a llevar a una pérdida total que hemos tenido de una generación entera por la irresponsabilidad de nuestros políticos de no llegar a un consenso por llegar a un pacto educativo que pueda conseguir que se pongan unos principios básicos que garantice 10 o 15 años un sistema educativo”, concluía Caballero.