Llega una nueva injerencia del nacionalista vasco Xabier Sagredo, presidente de la Fundación Bancaria BBK, ahora al hilo de Talgo, tras la entrada en su accionariado del Gobierno vasco y del central. Recuerden que un consorcio vasco liderado por la siderúrgica Sidenor se ha hecho con el 29,76% del fabricante ferroviario por 156,7 millones de euros y la SEPI ha inyectado 75 millones para tener el 7,87%.
Tras estas incorporaciones al accionariado de Talgo, ahora están sobre la mesa los nombramientos de sus representantes en el Consejo de Administración. La SEPI ha pedido un consejero... y la federación vasca del PSOE (PSE-EE) ya ha señalado que se encargará de decidir quién será. Por su parte, dentro del consorcio vasco que lidera Sidenor también están el fondo público vasco Finkatuz, la Fundación Bancaria BBK y la Fundación Bancaria Vital y se repartirán la participación en Talgo de la siguiente forma: la siderúrgica vasca que dirige José Antonio Jainaga tendrá un 8,5%, el mismo porcentaje que Finkatuz y la Fundación Bancaria BBK, mientras que la Fundación Bancaria Vital poseerá un 4,2%.
Hasta el momento, lo único que se sabía es que el consorcio vasco tendría dos consejeros en Talgo. Pero sobre esto hay una curiosa novedad: en una entrevista en El Economista, Xabier Sagredo, presidente de la Fundación Bancaria BBK, ha afirmado que no pedirán un asiento en el Consejo de Talgo porque “tenemos una participación importante en otra empresa ferroviaria, en CAF”. Sin embargo, hay que hacer una matización que no es baladí, porque la Fundación Bancaria BBK tiene una participación directa en CAF del 3%, pero Kutxabank (que surgió en 2012, fruto de la integración de las tres cajas vascas -la bilbaína BBK, la guipuzcoana Kutxa y la alavesa Vital-) tiene una participación directa en CAF del 10,231%, siendo su segundo accionista, tras los propios empleados (los cuales son dueños del 24,973%).
Estas palabras de Sagredo no deben pasar inadvertidas y menos si se recuerda que no le gustó que se eligiera a Antón Arriola como nuevo presidente, en sustitución de Gregorio Villalabeitia, a pesar de que al BCE le gustaba Arriola por tener experiencia en banca de inversión. Es más, Sagredo no le puso la alfombra roja y en otra entrevista en El Economista llegó a decir: “No veo un Kutxabank con un presidente no ejecutivo al frente”. Una denominación que agrada al BCE y que no significaba que Arriola no fuera a mandar, pues lo haría incluso más que Villalabeitia. Además, Arriola ha despolitizado el banco vasco... con la salida de un consejero peneuvista y otro socialista... y su sustitución por dos independientes hace unos meses.
Algo que no habrá hecho gracia a Sagredo. Este último no sólo es un miembro del PNV más histórico y presidente de Fundación Bancaria BBK, sino que también está en el Consejo de Administración de Iberdrola como independiente y en el Consejo de Tubacex como independiente. Además, se entiende bastante bien con el lehendakari, Imanol Pradales.













