La narrativa es un inmenso panorama de creatividad y expresión, a la que tenemos que añadir la posibilidad de que se ciña a una realidad existente o no. Pero lo que sí es cierto es que la narrativa puede ayudar, y mucho, a hacer comprender algunos aspectos de nuestras vidas, nuestra convivencia, los cambios sociales, los buenos y los no tan buenos, incluso los aberrantes. Henri de Lubac, a quien ya conocemos por otras meditaciones, escribía durante la guerra mundial: "Dado el estado actual del mundo, el cristianismo viril y fuerte debe llegar a convertirse en un cristianismo heroico (…). Consistirá precisamente en resistir con todo coraje frente al mundo y quizá frente a sí mismo, ante los influjos y las seducciones de un falso ideal para mantener firmemente su paradójica intransigencia y, con humilde fiereza, los valores cristianos amenazados y escarnecidos". Y de eso vamos a tratar hoy en El libro de la semana, de libros que denuncian a través de una historia imaginaria comportamientos que acorralan a un sector de la sociedad por ser precisamente eso, un sector molesto para la conciencia del mundo. En España no es habitual la narrativa cristiana por una serie de complejos sociológicos que interfieren en la fe de su mayoría creyente cristiana. Sin embargo, en otros países como Estados Unidos, Hispanoamérica en general o los países del norte de Europa con Polonia a la cabeza, es uno de los estilos más demandados por el público lector. Libros Libres primero y luego Sekotia  por medio de su colección Narrativa con Valores son dos sellos valientes que se han puesto al mundo por montera y se han lanzado a la edición de este tipo de narrativa. La última escapada (Libros Libres, 2009) cuenta la historia de un padre que tiene la necesidad imperiosa de huir de su país de residencia debido a la dictadura social, aparentemente libertaria y feliz, que le impide educar a sus hijos según sus creencias frente a una sociedad maniatada y adoctrinada por las tesis de la ideología de género. En la trama, lo que hace de detonante es lo que en España se ha conocido como Educación para la Ciudadanía, que actúa como un rodillo dictatorial para someter al protagonista que sufre la presión por todos los medios que le rodean: el escolar, la exmujer, su ámbito profesional y sus amigos, incluso los amigos de confianza en los que deposita sus miedos para superar la situación. Michael O'Brien es un canadiense especializado en este tipo de narrativa. Su obra más conocida en España fue El Padre Elías de la que ya hemos hablado en esta sección, pero en absoluto es la única de sus obras. Tiene una extensa bibliografía repartida por el mundo y una base teológica muy fuerte con la que en algunos casos pasa de la novela al ensayo y eso hace que algunos lectores se rindan y dejen la novela a medias. Sin embargo La última escapada es una novela trepidante que cuenta hechos significativos que dan pistas de hacia dónde se dirige -o pretenden dirigir- a la sociedad los que tienen autoridad para legislar sobre nuestra convivencia. Por lo tanto es un volumen muy recomendado a padres de familia, sobre todo a esos que piensan que la vida es hermosa porque hay flores en campo... ¡Ya me entienden! Una vuelta de tuerca (Sekotia, 2013) es otra novela que se ensaya sobre las tendencias impositivas de la ONU a través de sus diferentes filiales en el mundo para la imposición del Nuevo Orden Mundial con la ideología de género como principal herramienta de succión social y dominación del ser humano. Aunque de primeras lo que he dicho pueda tener la apariencia de ciertos toques conspiracionistas, la trama de la novela se desarrolla en la vida cotidiana de cualquier padre de familia que podamos ser o conocer en nuestro entorno más inmediato. Hans Looper García es un periodista acreditado que se hace famoso gracias a un artículo que se lee en todo el mundo, titulado "El tubo de ensayo español". Trabaja y es socio en una agencia de prensa ubicada en Berlín. En la premura de un viaje a Japón aparece Cow, un personaje oscuro de corbata elegante y aspecto higiénico que representa los intereses de la ONU en Europa. Cow hace una interesante oferta al socio de Hans para que la Agencia asuma la cuenta de la ONU en Europa, con una más que interesante bolsa de dinero para que no se pueda rechazar y una condición: que el representante de Sociedad y Cultura sea un director menos "vaticanista" que Hans. Dam, su amigo y socio, queda hechizado por la ambición de poder y de dinero y comienza a urdir una mentira para "vender" a Hans el nuevo enfoque de la agencia. Es cuando comienza para Hans su dramático periplo en el que comienza a perderlo todo: amigos, trabajo, familia, dinero... Pero la historia tiene un final feliz, tan feliz como incomprensible a ojos humanos. La obra explica las técnicas de presión, o de corrupción, ejercida por las instituciones de la ONU y cita a pie de página las primeras actas que funcionarios de la ONU redactaron para la imposición de las tesis de lo que se conoce como ingeniería social y que ha dado lugar a la ideología de género. No piensen que la trama es policíaca o que discurre en pasillos oscuros, galerías secretas o sórdidos despachos de poder. La trama se desarrolla en oficinas como la suya o la mía, familias corrientes, ciudades reconocidas y calles como las que usted recorre todos los días, llenas de personas como con las que se cruza para ir o venir de trabajar. Les aseguro que en sus páginas encontrarán personajes muy familiares, hijos parecidos a los suyos, comentarios habituales en sus tertulias y la fe que muchos de nosotros tenemos: unas veces quebradiza y otras valiente. Si desean saber cómo empieza la novela, lea aquí el primer capítulo. En definitiva: son dos recomendaciones para lectores que desean ver un mundo real parecido al suyo con los satélites de dominación social y mundial. Para observadores sociales con agallas y dispuestos a tragar con páginas escritas llenas de realismo que le afectarán en el ánimo. Para personas que desean descubrir que el mundo no es solo ver pasar la vida, si no que su conciencia le compromete consigo mismo y con los demás. Si usted no es así, siga leyendo las mismas cosas que le lleven a ese mundo ideal de Un mundo feliz de Aldous Huxley, pero cuidado, tampoco lo lea hasta el final si no quiere despertar. Humberto Pérez-Tomé Román @hptr2013