Víctor  es un vecino de El Esparragal (Murcia), al volver de vacaciones se encontró que su casa estaba okupada. La desesperación le llevó a armarse con palos y varas y, acompañado de dos amigos, procedió al desalojo de su propiedad. El vídeo corrió por las redes sociales, consiguieron desalojar la vivienda en pocos minutos y los okupas salieron de la casa sin oponer resistencia, por lo que Víctor, en ningún caso, recurrió a la violencia física. 

Víctor ha lamentado que en España “los propietarios tengan menos derechos que un okupa” y señala que en su caso no se trata de un allanamiento por necesidad ya que los okupas se llegaron a comprar "hasta una piscina" y estaban comprando muebles y decorando la casa a su gusto. 

Ahora, los okupas a los que echó de su casa plantean denunciarlo. Y Víctor puede pagar muy caro el recuperar su casa, incluso con penas de cárcel, pudiendo ser acusado de un delito de coacciones, castigado con penas desde los seis meses hasta los tres años de cárcel, a lo que habría que sumarle la multa económica correspondiente. 

Tristemente, este caso no es único y la okupación es un problema que afecta a toda España. Contábamos en Hispanidad el caso de unos ancianos enfermos que tenían su vivienda okupada, casos donde los okupas se iban de vacaciones y la situacióon surrealista que vivieron un padre y un hijo que fueron detenidos al intentar recuperar su vivienda. 

Los okupas están bien informados, disponen de Oficinas del Okupa, "lugares de asesoramiento en cuestiones técnicas y legales en torno a la okupación", distribuídas por toda España, donde pueden informarse y contar con los manuales del okupa, con consejos para que 'okupar' sea más fácil y puedas "hacerlo tú mismo": así animan a compartir "la experiencia de la okupación". 

Así, el verdugo se convierte en víctima, y la víctima es un hijo del dólar, y todo, cómo no, con el apoyo del Gobierno social-podemita. En España se 'okupan' 47 viviendas al día, un 40% más desde que Sánchez se instaló en Moncloa, mientras entra en vigor su Ley de vivienda, ley que se aprobará con el apoyo de independentistas, comunistas, podemitas y pro-etarras, porque sino Sánchez no podrá mantener su cargo, se protege el vulnerable, es decir, al okupa. El Gobierno suspendió los desahucios de los okupas que alegaran "situación de vulneración social" durante el estado de alarma y ha prolongado la suspensión de este tipo de desahucios con su nuevo plan anticrisis.

Es decir, Víctor intenta volver a su casa y se la encuentra okupada, echa a los okupas sin usar  la violencia para recuperar su propiedad, y ahora se enfrenta a una denuncia con multa y cárcel por un delito, ojo al dato, de coacciones, coacciones del propietario al okupa, naturalmente. Decidan ustedes.