Consejo de Ministros. Nuevo decreto de subvenciones para paliar la crisis. Lo presenta el propio Pedro Sánchez. O sea, que es histórico.

Más que nuevas medidas contra la crisis se trata de una extensión de las subvenciones promulgadas hace tres meses. Y en la misma línea, por cierto: limosnas que no solucionan el problema -¿alguno de ustedes cree que con 200 euros sale adelante una familia?- y reducción temporal de impuestos ante el temor de un estallido social (acuérdense de la huelga de camioneros). Y a veces no hay ni reducción, sino mera prórroga en los pagos. Ejemplo: se prorroga el pago de cuotas para autónomos, como con el covid, pero no se les perdona ni un céntimo de euros. O sea, que a lo mejor subsisten hasta el 31 de diciembre para cerrar el 1 de enero.

Dicho sea de paso, la obsesión de este Gobierno por las cuotas sociales, el impuesto que más empleo destruye, es algo inenarrable. Insisto, egolatría y cinismo.

Naturalmente, ni una sola de las medidas aprobadas hoy colaboran a crear empresa y puestos de trabajo. Por el contrario, se anuncia un impuesto extra a las eléctricas, esas que, según Sánchez -siempre ególatra, siempre cínico- tiene "terminales mediáticas" que apuntan todas sus baterías contra el Gobierno.

Bajará el transporte público y nuevas limosnas de 200 euros para familias en dificultades. Más ingresos mínimos vitales... que pagará la clase media

Lo dice él, que ha manipulado hasta la vergüenza los medios públicos, sobre todo RTVE, mucho más que cualquier otro presidente, y que ha convertido al diario más leído de España -El País- y la emisora más oída -la SER- en su predio particular de propaganda.

Volvamos al decreto que nos va a sacar de la crisis de crecimiento e inflación (estanflación) en la que nos movemos. No es más que un alargamiento del promulgado hace tres meses. El problema es que la estanflación no se arregla con más limosnas a los 'vulnerables', sino reduciendo el gasto público. Hay que reducir el Estado del Bienestar y no asfixiar más aún a la economía productiva ni a la pequeña propiedad privada, que esto sí que es clase media.

Además, si la economía española marcha viento en popa, tal y como la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, nos transmite desde hace años, ¿para qué un nuevo plan de choque? ¿Para qué un nuevo paquete de limosnas?

Impuesto contra las eléctricas pero a partir de enero. Para entonces ya lo habrán trasladado a precios

No lo olvidemos, Sánchez entiende por política económica repartir subvenciones, eso sí, pagadas por el dinero de los demás, porque de subvenciones públicas se trata.

En resumen: se alarga la reducción del IVA eléctrico, ahora del 10 al 5%. Eso sí, los beneficiarios serán los menos y la industria, la gran consumidora de electricidad, ni tan siquiera la mediana ni la mayoría de los pequeños, podrán beneficiarse de ello, porque son grandes consumidores de energía.

Bono transporte: si las CCAA tragan, la reducción puede ser de hasta el 50%. De nuevo, una subvención pública.

Luego lo ha anunciado y ahora repetido como si fuera nuevo: suben un 15% el ingreso mínimo vital (IMV), que está ensanchando el espíritu de vagancia y pasividad que reina en España, así como las pensiones no contributivas. Tranquilos, es poco dinero que hace quedar como a don Pedro como si fuera la Madre Teresa. La subida será de unos 60 euros de media en una pensión contributiva. El asunto es, el de siempre: ¿quién paga? Paga Juan Español, el español, o la española, que madruga, el productivo, es decir, esa clase media a la que don Pedro dice defender y a la que está hundiendo en la ruina y a la que Sánchez está endeudando para una par de generaciones.

La clase media no es aquella para la que Sánchez gobierna sino aquella a la que Sánchez esquilma

Además, antes o después, por no reducir le gasto público, tendrá que subir, aún más, los ingresos públicos, es decir, los impuestos.

Según Sánchez "protegemos a 4 millones de españoles". Cierto a costa de arruinar al os 43 millones de españoles -y españolas. restantes.

Más medias aprobadas este sábado 25 de junio: limitación del precio máximo de la bombona de butano hasta el 31 de diciembre. Es decir, que favorecerá a todo aquel que tenga una finca rural, por ejemplo, como el señor Juan Abelló. Sí, ya sé que el butano es sinónimo de pobreza pero también lo es de riqueza. Así, la clase media, que funciona con gas natural, seguirá financiando a la clase baja del butano... y a Juan Abelló.

Y luego está la coña demagógica de Podemos, con un impuesto que gravará a las eléctricas. Impuesto sobre el beneficio, partida que se divida en tres: impuestos, dividendo y, ojo, reservas, es decir, inversión. No lo duden: las eléctricas invertirán menos y pagarán el mismo dividendo para mantente su evolución bursátil. Y es que al demagogo, al avaro y al pobre... topo le cuesta el doble, Sobre todo al demagogo, porque, en su caso, quien acaba pagando el doble es el pueblo, o sea, los españoles, españolas y españolos.

Por cierto, según Sánchez, este nuevo impuesto extra está en sintonía con lo que piensan los españoles, "sintoniza con la opinión pública de nuestro país". Nuevamente el ególatra de Sánchez erigido en representación de la mayoría social.

Para justificar este nuevo gravamen, Sánchez ha utilizado otro de sus tópicos favoritos: "intereses general", el suyo, frente a "intereses egoístas". Ya sólo le falta hablar de las palacios donde se reúnen los multimillonarios para extorsionar al pueblo. Una descripción cierta y real... siempre que se recuerde que los pobres son cuatro gatos y que la clase media no es aquella para la que Sánchez gobierna sino aquella a la que Sánchez esquilma.

En cualquier caso, las nuevas ayudas suman 5.500 millones de euros pero si cuentan la bajadas de IVA y las prórrogas de impuestos, son 15.000 millones de euros. Cuando Sánchez pronunció esta sentencia, sábado 25 de junio a las 14,00 horas, hizo una pausa, para que todos recordáramos la cantidad de millones que eso significa. El problema es que no se puedes sumar peras con manzanos, aumentos de gastos con reducciones de impuestos: sólo coinciden en que ambas guarismo supone má gasto público... que es loq eu hay qeu eviart. ¡Ah! y que esos 15.000 millones de euros los pagaremos entre todos, con más deuda.

Ególatra, cínico, demagogo... y encima nos lleva a la ruina: ¡Qué presidente tenemos!