Lo que está sucediendo en España es un desastre continuado cuya responsabilidad recae sobre quien dirige al equipo, Pedro Sánchez, ya que es el último garante de todo, puesto que es quien decide quiénes formarán gobierno con él. Lo que está claro es que parte de ese equipo ha sido minuciosamente seleccionado, no por su capacidad profesional o su grado intelectual, sino para acometer una labor sórdida y oscura que nadie termina de comprender a pesar de su mal hacer, de sus disparatados y seguidos errores. Por ejemplo, Yolanda Díaz ocupa cargo por el saco de votos que aporta, pero no desde luego por su labor para salir de la lista del paro más alta de Europa. O María Jesús Montero para hacer una labor fiscal por la que pulveriza el poder adquisitivo de la sociedad. Y Luis Planas para favorecer la destrucción del primer sectorPilar Alegría para profundizar en la mala educación de nuestros hijos… Y así podríamos seguir con todos hasta llegar a Marlaska.

Fernando Grande-Marlaska es uno de esos casos inéditos que aparecen en la política, cuyo recorrido no puede gozar de más contraste. De ser el juez modelo que perseguía a los criminales de ETA, a ser socio de gobierno con los bilduetarras. Un personaje que ocupa uno de los ministerios más importantes de cualquier gobierno, el Ministerio del Interior, cuyo poder es casi omnímodo.

Así, Marlaska, tiene un empeño especial en estar de moda en todo momento. A lo largo de su carrera política durante los dos gobiernos de Sánchez podría haber dimitido varias veces, como por su participación en el informe para responsabilizar al extinto Ciudadanos de las agresiones sufridas durante el orgullo; también por la investigación judicial habida cuenta de la autorización de las manifestaciones del 8M en 2020, ignorando las prohibiciones del Covid; o el cese absurdo de Pérez de los Cobos; hasta el asalto a la valla de Melilla; y más recientemente, por las descargas policiales de Ferraz; y de rabiosa actualidad, por las estrategias para impedir la libre circulación de los tractoristas. Un historial que no podrá esconder y que los demás jamás podremos olvidar.

Pero la puntilla ha sido la muerte de los dos guardias civiles en Barbate, un hecho en el que todos estábamos pendientes de que hiciera algo verdaderamente digno: dimitir. Pero no, no lo hará, a pesar de que todas las asociaciones policiales y de la Guardia Civil lo han pedido.

Pero, ¿por qué han sucedido estos dos crímenes? Hagamos un poco de memoria… En 2021, Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska, decidieron desmantelar por motivos presupuestarios el Organismo de Coordinación del Narcotráfico (OCON) Sur, compuesto de más de 130 hombres entrenados y especializados en la lucha contra el tráfico de drogas y actividades relacionadas con el blanqueo de capitales, el crimen organizado y la corrupción, uno de los efectivos de élite más importante del cuerpo y con más éxitos policiales de la historia policial de España,.... Cuando el OCON estaba en activo, la delincuencia estaba controlada y la zona de Cádiz, Algeciras hasta Gibraltar bajo control. Había detenciones y se sabía mucho de los oscuros movimientos que las redes de narcos tenían o mantenían en aquella zona.

¿Qué razón había para tomar una decisión así? Samuel Vázquez, presidente de la asociación Una Policía para el Siglo XXI y miembro de los Grupos Operativos de Respuesta (GOR) de la Policía Nacional en el sur de Madrid, y que se encuentra permanentemente expedientado por el Ministerio del Interior que capitanea Marlaska, ha denunciado, por activa y por pasiva, que lo que sucede en España se debe a que las decisiones policiales no las toman profesionales preparados para esta labor, sino cargos políticos intermedios, a las órdenes de la alta política, es decir, de Grande-Marlaska y Sánchez, porque les preocupan más los réditos de las urnas que las soluciones delincuenciales... y ojo que este complejo viene de los gobiernos anteriores.

¿Y qué hace el gobierno, es decir Pedro Sánchez, ante esta situación? Se pone el frac y se va a los premios Goya a pasear el palmito. ¿Cómo es posible, se pregunta la calle, que, ante una situación como esta, el presidente muestre tan poca empatía y carácter político? Pues el tuit, de su cuenta en X, es bastante explícito: «Lamento profundamente la muerte de los agentes de la Guardia Civil en acto de servicio en la costa de Barbate. Quiero mandar un sentido abrazo a sus familiares y compañeros y mis deseos de recuperación para los agentes heridos» ¿Lamenta “la muerte”? ¿Y no lamenta los asesinatos? Al final, como casi siempre, lo mejor son los comentarios que le acompañan.

Sánchez

Por su parte, Marlaska fue al funeral de David Pérez (uno de los fallecidos) en Pamplona a poner la medalla a título póstumo. Sin embargo, la viuda no lo permitió. Marlaska se fue humillado porque no es humilde. Se largó en su coche oficial y no se quedó ni al funeral.

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Este es el gobierno que preside España. Un gobierno que está para sobrevivir en el poder. Lo increíble es que todavía haya -o eso dicen- siete millones de votantes que siguen adorando a su amado líder. Y por supuesto, ni Marlaska dimite ni Sánchez cesa a nadie… La miseria moral y política de estos dos hombres es tal que no se ha concedido ni un solo día de luto nacional.

Don't fuck the police (La Esfera de los Libros) Samuel Vázquez Josema Vallejo. Un libro denuncia, cuyos autores se han jugado el trabajo y unos cuantos expedientes, porque lo que cuentan en este libro es el uso político del poder de las fuerzas armadas y explican los procesos y las prioridades políticas que hacen de la policía esbirros y que España sea uno de los países más permisivos con la delincuencia y el crimen internacional.

Terra quemada (El viejo topo) Juan Francisco Martín Seco. Este libro nace del convencimiento de que aquel peligro que se señalaba, se ha cumplido: lo inédito, lo insólito se ha hecho normal; lo irracional, lógico; lo obsceno, honesto y hasta progresista. Los resultados electorales de julio de 2023 parecen confirmarlo. El tiempo lo termina borrando todo y los hechos se desdibujan. Tanto más cuanto que ha existido una intención clara de que se olviden y de construir una realidad paralela, una farsa, una representación.

Las claves ocultas del 11M (La esfera de los libros) Lorenzo Ramírez. Justo este próximo mes de marzo se cumplen 20 años desde este atentado, cuando están a punto de prescribir los delitos que cometieron de forma que desde el día 12 ya no se puede imputar a nadie aunque se autoculpe, tanto de aquellos que participaron en la génesis y ejecución del 11M. Así que, seguimos sin saber la verdad. Pero… ¿Qué hará el gobierno este año…? Nada, guardar silencio que es lo que ha hecho durante todos estos años.