
Según Marlaska, España es un país seguro... pero los españoles no lo saben.
Casos como el de Cataluña, donde se registran más de 12 ataques con cuchillos al día, casi la mitad de ellos en Barcelona o, de El País Vasco, cuyo Gobierno reconoce un volumen muy alto de agresiones a mujeres y que la mayoría de los que usan armas blancas en la región son extranjeros sin arraigo, deben de ser casos aislados.
A propósito del arraigo, en su día, Rocío de Meer propuso eliminar «la trampa del arraigo»: «Ese coladero de regularizaciones masivas y esa vía de regalo indiscriminado de lo más valioso que tenemos, nuestra nación, nuestra pertenencia y nuestra identidad».
La portavoz nacional de Vox de Emergencia Demográfica y Políticas Sociales subrayaba que el número de inmigrantes con residencia por arraigo familiar ha aumentado en un 650%, pasando de 43.848 en marzo del 2020 a 328.841 en marzo de 2025: «Nos vendisteis en 2015 que eran cuatro refugiados que huían de una guerra en Siria».
«Nos dijisteis que debíamos comprometernos a construir puentes y derribar muros porque venían mujeres violadas que huían de la guerra y resulta que trajisteis a sus violadores. Nos contasteis que venían a pagar nuestras pensiones, pero nos encontramos con listas de espera insoportables, con salas de hospitales a reventar y con colapso de los servicios de todos».
Sin embargo, lo único que los españoles tienen a cambio es «pobreza, paro y miseria»: «No hay ni más viviendas, ni más servicios públicos, ni más policía, ni más centros de salud, ni más colegios, ni más trabajo».











