Hispanidad viene informando de que la nueva Administración Trump, como una medida más de su evidente giro provida, decidió cortarle el grifo de dinero público a Planned Parenthood, el gigante abortero.
Ese cierre del grifo de dinero público para Planned Parenthood fue ratificado por el Tribunal Supremo, que el pasado mes de junio emitió un fallo en el que permite a los estados quitar la financiación del plan público Medicaid al gigante abortista.
Como consecuencia de la falta de dinero público, la multinacional abortista se ha visto abocada al progresivo cierre de establecimientos, entre ellos su sede de Prevention Park, conocida como la mayor instalación de abortos del hemisferio occidental, con una estructura de 7.246 metros cuadrados, situada en Houston (Texas).
Y el último cierre que va a tener que acometer es el de sus dos clínicas en Luisiana, tras más de cuarenta años de actividad en el estado, recoge LSN.
«Planned Parenthood y la industria del aborto abandonan Luisiana. Pero el movimiento provida ha venido para quedarse. Siempre amaremos y serviremos tanto a la madre como al bebé», declaró Benjamin Clapper, director ejecutivo de la organización provida Louisiana Right to Life.












