Es evidente el giro provida de Estados Unidos desde que Trump ocupa la Casa Blanca. Medidas provida, excarcelamiento de activistas acosados por Joe Biden y declaraciones y posicionamientos de primeros espadas de la Administración a favor de la vida

En este giro provida, encontramos a Estados Unidos en plena campaña contra Planned Parenthood, la Administración Trump congelará las subvenciones al gigante abortero que no pasa por su mejor momento: dinero derrochado en financiar objetivos políticos y candidatos aborteros, sumado a las numerosas denuncias por fraude que acumula la red de abortorios. El cierre obligado de muchas clínicas gracias a las medidas provida y el corte de financiación de Medicaid con la llegada de Trump, suponen un panorama económico que se presenta muy negro.

Ahora, los chicos de Planned Parenthood se han visto obligados a cerrar ocho de sus centros en Estados Unidos, cuatro en Iowa y cuatro en Minnesota, debido a nuevas leyes estatales restrictivas, la congelación de fondos federales por parte del Gobierno de Trump y la previsión de futuros recortes presupuestarios.

Pobrecitos, lo tendrán que hacer a lo largo del año, y en Iowa se quedarán sin centros. Esto les llevará a despedir a 66 empleados y a reubicar a otros 37. Ruth Richardson, presidenta y directora ejecutiva, ha lamentado la situación, asegurando que han intentado "sostener una infraestructura insostenible mientras el entorno cambia a nuestro alrededor y continúa una oleada de ataques". 

Reciben ataques, ellos, que sólo se dedican a matar. Pero claro, en Iowa está vigente la ley del latido, que prohíbe el aborto desde la sexta semana de gestación, lo que ha hecho que los abortos se reduzcan un 40%, y claro, se les acaba el negocio si no puede ser sostenido con fondos públicos.