The Walt Disney Pictures tuvo malos resultados (entró en pérdidas en su tercer trimestre fiscal) como contamos hace unas semanas, lo que llevó a su CEO, Bob Iger, a dar un buen diagnóstico, pero yerró en la solución: la situación no se arregla mejorando la calidad de las películas, sino abandonando el último invento del progresismo: la ideología woke. Y precisamente no la dice adiós, sino todo lo contrario: insiste en el error de apostar por dicha ideología y la corrupción de menores (como denomina Santiago Abascal, líder de Vox, al adoctrinamiento de niños) a través de nuevas versiones de sus clásicos y de la normalización del contenido satánico. ¡Gran error! Todo ello, a pesar de que el despido de varias directivas de inclusión en las grandes ‘majors’ parecía que daría lugar a un cambio de rumbo. 

La progre multinacional de ocio entretenimiento acumula una depreciación bursátil del 26% en el último año, pero se mantiene como fiel seguidora de los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM) que se resumen principalmente en ideología de género (sobre todo feminismo y homosexualismo, aunque también ha entrado en el tema trans y personajes no binarios) y en ateísmo (mucho panteísmo, ocultación de Dios, negación de lo espiritual e incluso dar protagonismo al demonio). Claro que Disney no sólo es discípula de los postulados NOM, sino también propagadora y lo hace a través de sus series y películas, contenidos que ya son poco inocentes teniendo en cuenta que muchos se dirigen a niños y que se han convertido en un medio de adoctrinamiento.

La multinacional progre de ocio entretenimiento acumula una depreciación bursátil del 26% en el último año, pero se mantiene como fiel seguidora de los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM) que se resumen principalmente en ideología de género y ateísmo, pero también se ha convertido en propagadora con el adoctrinamiento de niños

Entre las últimas muestras está la nueva película de acción real que reversionará el clásico animado Blancanieves y que se estrenará en marzo de 2024. Por cierto, el tema de las nuevas versiones de tantos clásicos animados, así como de numerosos contenidos de la saga de Las Guerras de las Galaxias y de superhéroes también refleja la falta de ideas en la factoría de Mickey Mouse. A pesar del fracaso en taquilla de la nueva La Sirenita con protagonista afrodescendiente, Disney ha apostado por la latina Rachel Zegler, actriz estadounidense de origen colombiano y polaco, para dar vida a la nueva Blancanieves, la última versión del clásico animado Blancanieves y los siete enanitos estrenado en 1937, dirigido, entre otros por David Hand, e inspirado en el cuento de los hermanos Grimm.

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Sin embargo, no esperen que se parezca a dicho clásico, porque se ha elegido a una actriz de origen latino para dar vida a una protagonista “tan blanca como la nieve” y a siete personajes como seres mágicos muy inclusivos (de distintos géneros, etnias y culturas) para interpretar a los nuevos ‘enanitos’. Además, la nueva película estará dirigida por Greta Gerwig, que acaba de dirigir la exitosa y feminista Barbie (un fenómeno que también se ha visto trufado por la ideología de género), por lo que también será feminista, de hecho, la actriz Gal Gadot (que hará de la Reina Malvada) ha afirmado que “ya no es 1937. Nuestra Blancanieves no será salvada por un príncipe ni va a soñar con el amor verdadero. Tampoco buscará ser la más bella del reino. Soñará con convertirse en una líder intrépida, justa, valiente y honesta. Es una historia realmente increíble para que las jóvenes de todo el mundo se vean reflejadas en Blancanieves”.

La nueva ‘Blancanieves’ será feminista y “no será salvada por un príncipe ni va a soñar con el amor verdadero. Tampoco buscará ser la más bella del reino. Soñará con convertirse en una líder intrépida, justa, valiente y honesta”, y le acompañarán siete seres mágicos muy inclusivos 

Por todo esto, David Hale Hand, hijo de David Hand (uno de los directores del clásico animado de 1937), ha señalado que “si mi padre o Walt Disney supieran lo que han hecho con Blancanieves, estarían revolviéndose en su tumba”, en declaraciones a The Telegraph, como recoge Libertad Digital y El Debate. Es más, va un poco más allá y califica de “desgracia” que Disney trate de “hacer algo nuevo con algo que fue un gran éxito” con ideas “demasiado radiales”. “Cambian las historias, cambian el proceso de pensamiento de los personajes... Inventan nuevas cosas woke, y no estoy a favor de ello. Encuentro un poco insultante lo que hacen con algunas de estas películas clásicas”, ha añadido.

Paralelamente, la factoría de Mickey Mouse apuesta por la normalización del contenido satánico: tras mostrar a Satanás deambulando por el paraíso fiscal de Delaware y luchando por la custodia de su hija… habida con una humana en la serie de dibujos animados para adultos Pequeño demonio, y declararle su amor en la serie ¡Vaya familia Claus!, llegará la serie Pauline. Se trata de una serie de comedia y drama fantástico que se emitirá en la plataforma de ‘streaming’ Disney+, que narra la historia de una joven de 18 años que accidentalmente queda embarazada tras una noche de aventura, pero que tiene muchos problemas encima (el estrés escolar, la crisis climática y los conflictos sociales), por lo que el embarazo no resulta ser la mejor idea. Claro que no sabe que Lukas, su aventura de una noche, es el mismísimo demonio, por lo que el embarazo le da a Pauline poderes sobrenaturales y se produce una batalla épica entre el bien y el mal.

Pauline normaliza el contenido satánico e incluso pinta al diablo como un interés romántico, según el portal Bibliatodo. Asimismo, recoge que MovieGuide se ha unido a la plataforma CitizenGO para intentar evitar que la serie se estrene. Ted Baehr, presidente y fundador de MovieGuide, ha señalado que “no podemos permitir que este contenido retorcido e inquietante corrompa los valores y creencias de nuestros hijos”.