The Walt Disney Company celebra este año su centenario (la fecha oficial de esta efeméride será el próximo 16 de octubre), pero no lo hace de cualquier manera. Y es que insiste en el progresismo, incluso impulsando el movimiento Woke; en la necedad; en la falta de ideas… y ya sin privilegios fiscales en el estado de Florida. El último ejemplo se puede ver en que ahora el personaje de Campanilla será afrodescendiente en la última versión en carne y hueso de Peter Pan.

A pesar de que tanto progresismo y necedad le están pasando factura en los números, y de que haya decidido cambiar de CEO (cesó a Bob Chapek y recuperó a Bob Iger) y de presidente no ejecutivo (la lesbiana Susan E. Arnold fue sustituida por Mark Parker) en los últimos meses, el gigante de ocio y entretenimiento no renuncia a seguir siendo un medio de adoctrinamiento de niños (o “corrupción de menores”, como la refiere Santiago Abascal, líder de Vox) a través de sus contenidos. Es más, apuesta por un adoctrinamiento siguiendo los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM), los cuales se resumen en: ideología de género (feminismo y homosexualismo) y ateísmo (mucho panteísmo y nada de Dios, incluso se da protagonismo al demonio).

No renuncia a seguir siendo un medio de adoctrinamiento de niños, siguiendo los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM), los cuales se resumen en: ideología de género (feminismo y homosexualismo) y ateísmo (mucho panteísmo y nada de Dios, incluso se da protagonismo al demonio)

A esto se une el impulso del movimiento Woke, el nuevo meneo ideológico que trata de sustituir a Cristo por una identidad: racial, sexual, política..., y que supone una inversión de valores que precisa una censura férrea. Por ejemplo, en lo relativo al racismo, Disney enseña a los niños que los blancos son malos y el Black Lives Matter es bueno en la nueva temporada de la serie de dibujos animados La familia orgullosa. Asimismo, está apostando mucho por personajes afrodescendientes, como se puede ver en otra versión en carne y hueso de La Bella y la Bestia, o de La Sirenita que se estrenará el próximo mayo, o también en la nueva de Peter Pan. El clásico estrenado en 1953 que se inspira en la obra de James Matthew Barrie se volverá a reinventar ahora en la película Peter Pan & Wendy, que llegará a la plataforma de ‘streaming’ Disney+ el próximo 28 de abril y con una sorpresa que ha despertado polémica: la famosa Campanilla será afrodescendiente (le dará vida la actriz Yara Shasidi), al igual que sucedió el año pasado con el hada azul de Pinocho.

Paralelamente, no hay que olvidar que Disney no es rentable en ‘streaming’ e incluso perdió usuarios en Disney+, pero pagarán los de siempre, porque ha anunciado 7.000 despidos y quiere reducir costes por unos 4.643 millones de euros, de los que 2.786 millones corresponderán a contenidos (excepto los deportivos). Todo ello, a pesar de que el beneficio y los ingresos crecieron en su primer trimestre fiscal (octubre a diciembre). Asimismo, el nuevo presidente, Mark Parker, tiene dos años para encontrar al sucesor de Bob Iger y ahora afronta la ‘lucha’ con el crítico inversor Nelson Peltz (80 años), dueño del 0,5% del capital. Este último es un multimillonario, consuegro de David y Victoria Beckam, amigo de Donald Trump y Rupert Murdoch, que ha dado batalla en otras compañías (Procter & Gamble, Heinz, DuPont…) consiguiendo victoria. En Disney, Peltz reclama cambios y un puesto en el consejo, y conviene referir que la fuerte revalorización bursátil del 40% que acumulaba la compañía en el último año, ahora es del 24%.

“Hoy el reino corporativo finalmente llega a su fin”, afirmó DeSantis durante la firma de la ley que acaba con el estatus de autogobierno de Disney y “garantiza que pague sus deudas y su parte justa de impuestos […] Permitir que una corporación controle su propio gobierno es una mala política, especialmente cuando la corporación toma decisiones que afectan a toda una región”

A la ‘lucha’ con Peltz, Disney suma la pérdida de autogobierno y privilegios fiscales en la zona alrededor de su parque temático de Orlando, en el estado de Florida que gobierna el republicano Ron DeSantis. Este último ya advirtió hace unas semanas que Disney “vivirá bajo las mismas leyes que todos los demás”, respondiendo a la suspensión de las donaciones que adoptó la compañía y también a las críticas a su ley que prohíbe adoctrinar a niños en ideología de género en las escuelas. “Hoy el reino corporativo finalmente llega a su fin”, afirmó DeSantis durante la firma de la ley que cambia la gobernanza del distrito especial de Disney, aprobada hace unas semanas por el Parlamento del estado de Florida. “Esta legislación acaba con el estatus de autogobierno de Disney, hace que Disney viva bajo las mismas leyes que todos los demás y garantiza que Disney pague sus deudas y su parte justa de impuestos […] Permitir que una corporación controle su propio gobierno es una mala política, especialmente cuando la corporación toma decisiones que afectan a toda una región”, añadió. “Si Disney quiere pelear, eligió al tipo equivocado. Fui elegido gobernador para poner a la gente de Florida en primer lugar, y no permitiré que una corporación con sede en California dirija nuestro estado”, concluyó el republicano.

Y habrá más progresismo y más panteísmo en Disney, tras el éxito en las taquillas de Avatar: El sentido del agua, que compensó los fracasos de Un mundo extraño y Lightyear. El director de la saga, James Cameron, ha confirmado que habrá una nueva tribu en Avatar 3: “Hay selva tropical, hay ártico, hay desierto, hay océano”, y “todos esos diferentes biomas, y todas las criaturas, y las culturas. Así que no sólo tuvimos que diseñar las criaturas, sino también las culturas, e imaginar cómo serían las diferentes adaptaciones de los Na’vi a los distintos biomas”, refirió en una entrevista con Deadline.

Y la falta de ideas no acaba en las nuevas versiones citadas ni en Avatar 3, sino que habrá Indiana Jones 5 este verano. Ojo, porque Miley Cirus regresa a la órbita de factoría de Mickey Mouse, pero no para interpretar a Hannah Montana, sino para un especial en la Disney+ sobre su nuevo álbum Endless Summer Vacation. Además, Disney se atreve con Amén: Francisco responde, un documental donde el Papa Francisco conversa con un grupo de jóvenes y que ha sido realizado por la productora del periodista Jordi Évole, según informa Aciprensa