Sr. Director:
No se arrepentirá. Queremos un acuerdo, no una imposición. No queremos más dinero, queremos unas condiciones de trabajo dignas, que no vulneren derechos fundamentales, recogidos en la constitución y en el estatuto de los trabajadores. Queremos seguridad, sobretodo seguridad.

Ésta es nuestra máxima como profesionales. Deje de nombrar servicios express, de contaminar a la opinión pública con mentiras y cifras manipuladas, de quitarnos las vacaciones, de dejarnos un sólo día libre al mes, de nombrar traslados forzosos, etc... Nadie en su sano juicio podría estar de acuerdo con semejantes condiciones y usted lo sabe. ¿Porqué no deja de acosarnos y se pone a negociar? ¿No le parece suficiente conseguir que varios controladores hayan tenido que abandonar el centro en una ambulancia, víctimas de un ataque de ansiedad, ante una situación de tráfico que les desborda? No, tenía que mandarnos a una inspectora médica, que está dando el alta a personas que están tomando tranquilizantes, con collarín, sin poder dormir más de tres horas, etc. ... Les prohíbe conducir y dice que pueden controlar aviones. Para su información, el control aéreo se realiza de forma manual, los sistemas informáticos y las infraestructuras que utilizamos dejan mucho que desear -la tecnología se utiliza de un modo mucho más eficiente en un teléfono móvil- y el éxito o el fracaso, dependen básicamente de nuestra habilidad y experiencia.

Negocie con nosotros, por el bien de todos.

Gemma Massanas Armengol