No es la primera vez que Elon Musk habla de la libertad de expresión o, mejor dicho, de la censura impuesta por el Nuevo Orden Mundial (NOM), que persigue a todo aquel que critica o se opone a lo políticamente correcto. La herramienta más eficaz de censura, en el mundo en general y en España en particular, son los delitos de odio que, como son imposibles de demostrar, invierten la prueba de la carga de tal manera que es el acusado quien tiene que demostrar que no odia… y eso también es imposible.

Pero vamos con Elon. Cuando compró Twitter (ahora X) se autoproclamó “absolutista de la libertad de expresión”, lo que encendió las alarmas del NOM y sus satélites, que sacaron la bandera de la lucha contra los mensajes de odio.

La persecución a Elon no ha cesado desde entonces y el jueves pasado, el magnate escribió en X: “Dada la constante amenaza a la libertad de expresión, voy a financiar una campaña nacional de firmas de apoyo a la Primera Enmienda”. El viernes, en vísperas de que el Senado de EEUU votara una ley que podría suponer la venta de TikTok a una empresa estadounidense, Elon criticó la medida por ser "contraria a la libertad de expresión". Y eso que podría beneficiar a X.

Musk es criticable por muchas razones -Tesla financia el viaje a las empleadas que van a abortar-, pero no le podemos negar su valentía para enfrentarse al sistema, esto es, al NOM, en relación a la libertad de expresión. ¡Bien por Elon!