Los inspectores de SGAE comprobaban si los bares contaban con la tarjeta para establecimientos y no la de hogares

Ocurrió durante el partido Barcelona-Real Madrid, el pasado 28 de noviembre. Un partido de máxima expectación que sólo se podía ver por el canal de pago GolTV. Así que sólo podía verse con un descodificador preparado, tras pagar los 15 euros mensuales, o marchándose al bar. Por eso, los inspectores de la SGAE recorrieron los bares en busca del fraude, es decir, para comprobar que el establecimiento contaba con la tarjeta para locales (150 euros) y no una simple tarjeta para hogares, diez veces más barata.

Una vez vencida la guerra por los derechos de retransmisión, Mediapro necesita rentabilizar los esfuerzos. Y para eso, nadie mejor preparado que los inspectores de la SGAE, cuya capacidad fiscalizadora ha quedado demostrada