Zapatero no duerme bien. Sonsoles está quemada de estar en Madrid. Sufre un síndrome de Moncloa agudo. Una de sus hijas, de 16 años, se ha ido a vivir a una especie de comuna porque no soporta los controles a los que lógicamente se somete a la familia del presidente. En el plano personal, Zapatero no pasa por sus mejores momentos.

Tampoco en el plano político. Zapatero se está viendo obligado a dar marcha atrás a todas sus medidas estrella: cheque bebé, prestaciones por hijo a cargo, Dependencia, pensiones y sueldos de los funcionarios. Y esto sólo ha empezado. A los recortes de Fomento se sumará una previsible reforma de la Ley de la Función Pública que permita adelgazar la administración, nuevos recortes en las CCAA y congelación de los fondos para los ayuntamientos.

Por si fuera poco, las elecciones no le sonríen. Todas las encuestas apuntan a un derrumbe del PSC y el PSOE se encuentra a 10 puntos del PP en casi todos los sondeos. La ciudadanía no le va a perdonar el mayor recorte de los derechos sociales de la democracia.  

Y para colmo, los sindicatos que le siguen dando cariño, ma non tropo. A la huelga general del próximo 29 de septiembre, se suman los comentarios previos preparatorios. Este jueves Méndez el cuarto vicepresidente- señalaba que las ojeras de Zapatero revelan su mala conciencia: hace aquello que no está convencido porque sabe que es injusto y poco equitativo.

Es verdad que las líneas con los sindicatos no se han roto y que sigue manteniendo los hilos abiertos. En el debate sobre el Estado de la Nación dejó claro que seguía apostando por una relación privilegiada con las fuerzas sindicales. Pero también es verdad que la sintonía no es la de antes. Es decir, Zapatero está más sólo que nunca.

En este contexto, el PSOE ha decidido celebrar los 10 años de la victoria de Zapatero en el Congreso que le dio la secretaría general por 8 votos respecto a Blanco. Incluso han hecho un video conmemorativo. A juzgar por la tradicional creatividad del PSOE, no es precisamente su mejor video. Y es que el PSOE se encuentra atrapado. Por una parte, Blanco se ha cepillado a toda la disidencia. Por otra, la vieja guardia está marginada.  

Así que en el PSOE no queda nadie que no sea Zapatero. Pero todos saben que con Zapatero se acaba la tarta del poder. Así que la celebración de la tarde de este jueves es más bien agridulce. Servirá para que los pelotas le digan qué bonito es y para que los incómodos se sientan cada día más incómodos. Y de momento, a aguantar en la silla, la mejor lección de la política: aprovecha cada segundo que estás porque mañana puedes no estar. En esas están. ¿Profesión? Fajador.

Andrés Velázquez

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