Así lo certifica un estudio del IESE, patrocinando por la empresa de Trabajo Temporal ADECCO (lo que no deja de tener sus gracias, dado que las ETT no hacen más que precarizar el empleo), sobre la evolución salarial en los siete países más poblados de la UE.

Así, durante los últimos cinco años, los salarios reales (considerando la inflación) crecieron en Europa un 5,5%; sin embargo, en España lo hacían en un 0,1%.

Sólo España y Polonia crean empleo femenino y empelo juvenil, pro siempre a costa de los bajos salarios y con una tasa de paro que aún no ha alcanzado la media europea. (Ver informe)