Sr. Director:

He ahí una propuesta con futur el cheque escolar. El panorama educativo en los países de nuestro entorno ha cambiado mucho durante el último siglo. Las posibilidades de acceso a la información, a la cultura y a la educación son mucho mayores. Qué decir del número de titulados superiores y de las oportunidades que a tantos ofrecen las nuevas tecnologías.

El reto actual no consiste simplemente en hacer llegar el libro, el maestro, la instrucción, a todos los rincones de nuestro entramado social. El reto está en la calidad de la formación, en la selección de los abundantes recursos para obtener unos resultados satisfactorios. Los fallos de nuestro sistema, las carencias educativas de la población, nos duelen más porque somos conscientes de que podríamos remediarlas.

El papel del estado sigue siendo fundamental, como árbitro y garante de la calidad del servicio. Pero tal vez haya llegado el momento de transferir a la población la plena capacidad en cuanto a la elección del centro educativo. Quién mejor que los padres para juzgar dónde se presta una mejor atención a sus hijos. Quién mejor que los jóvenes para decidir dónde se les ofrece una mejor formación profesional.

No me refiero solo a la posibilidad de escoger entre iniciativa pública o privada, que también, sino a la de escoger uno u otro instituto, elegir más rigor o más democracia en el aula, más trabajo de campo o más problemas de matemáticas, más historia de Europa o más historia del terruño,...

Un cheque escolar bien ajustado podría constituir una ayuda inapreciable a los poderes públicos en la asignación de los recursos, haciéndolos llegar justo allí donde se necesitan y mejorando su gestión. ¿Se imaginan al ministro de comercio organizando el detalle de la logística del aprovisionamiento de nuestras despensas, o a la de sanidad elaborándonos el menú del lunes? ¿A que no? Pues con este tema lo mism libertad y responsabilidad para todos; implantación del cheque escolar.

Miguel Vega López

mvegahom@teleline.es