Lograr un descanso adecuado para nuestra salud es fundamental. ¿A quién no le gusta dormir y quién no necesita dormir? Es una cuestión vital y de la que nuestra sociedad en muchas ocasiones adolece. No dormimos lo suficiente y muchas veces no está en nuestra mano hacerlo. Y es que a veces no nos es fácil y, a pesar de estar derrotados y sobrepasados por el nivel de actividad que hemos tenido a lo largo del día, nos es imposible dormir, el poder descansar bien.

“Es muy común que si realizamos deporte a últimas horas del día esto nos dificulte la conciliación del sueño. La razón es que el deporte incrementa la temperatura corporal, justo lo contrario de lo que fisiológicamente se precisa para conciliar el sueño: un discreto descenso de la temperatura corporal”, apunta en este sentido el doctor Juan Pareja Grande, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

La cama es para dormir, no para estar despierto y haciendo actividades de vigilia

Eso sí, destaca este experto que el deporte, realizado con un horario adecuado, facilita la conciliación del sueño porque el ejercicio físico promueve la liberación por el organismo de endorfinas, unas sustancias que propician una sensación de bienestar y de relax, y por tanto contribuyen a la conciliación del sueño. “También la fatiga postejercicio conlleva un estado de relajación muscular y corporal natural, que invita al descanso”, agrega.

Consecuencias en el largo plazo

Este especialista recuerda así que, en el largo plazo, las consecuencias de no dormir bien, de no descansar por la noche lo suficiente, desde el punto de vista físico, serían el cansancio, la somnolencia, la disminución de atención y de concentración, la lentitud de pensamiento, y la irritabilidad.

“La deprivación crónica de sueño tiene además otras consecuencias. Por ejemplo, la apnea del sueño, la causa más frecuente de fragmentación del suelo nocturno es un factor de riesgo importante para sufrir hipertensión arterial, así como infarto de miocardio y enfermedades cerebrovasculares. Desde el punto de vista psicológico, la deprivación crónica de sueño suele favorecer el desarrollo de depresión y de ansiedad”, aclara el especialista de Quirónsalud Madrid.

Juan Pareja Unidad del sueño

 

Según destaca, dormir bien es imprescindible para la vida porque durante el sueño se restauran metabolitos consumidos en vigilia, a la vez que se segregan hormonas, como la del crecimiento, de gran importancia metabólica y para el desarrollo del individuo.

Desde el punto de vista psicológico, no dormir bien suele favorecer el desarrollo de depresión y de ansiedad

“Además, durante el sueño, se activan circuitos sinápticos importantes para la consolidación de la memoria y del aprendizaje, y para mantener la competencia sináptica de sistemas deteriorados o poco utilizados durante la vigilia”, agrega el doctor Juan Pareja Grande.

 Factores que nos impiden muchas veces dormir bien

Si uno duerme una cantidad de horas normal, o las que necesita, pero se levanta cansado, con sensación de sueño no reparador, es que el sueño es cualitativamente anormal, considera el responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Asimismo, advierte de que, si una serie de circunstancias fragmentan el sueño, arruinan el descanso nocturno, e impiden la función restauradora del sueño, se debe consultar con un especialista para identificar la causa del sueño no reparador y tratarla adecuadamente.

Consejos para dormir mejor

¿Qué podemos hacer para conciliar el sueño en estos casos? El doctor Juan Pareja Grande apunta en este sentido que una persona que tiene problemas de sueño debe igualar el tiempo en la cama con el tiempo de sueño. “La cama es para dormir, no para estar despierto y haciendo actividades de vigilia (viendo televisión, leyendo, o comiendo)”, avisa.

Es muy común que si realizamos deporte a últimas horas del día esto nos dificulte la conciliación del sueño

Por ejemplo, dice que si uno duerme solo cuatro horas debe permanecer en la cama poco más. “Es muy higiénico salir de la cama y de la alcoba cuando uno no consigue conciliar el sueño, hacer una actividad rutinaria comer algo y volver a la cama a los 15-20 minutos para intentarlo de nuevo. La razón de esta recomendación es que, si se permanece en cama despierto, no sólo se incrementan la frustración y el nerviosismo, sino que el cerebro aprende que en la cama se puede estar despierto y por tanto se amplifica el insomnio”, agrega.

Otras medidas higiénicas a su juicio recomendables para un buen sueño son:

1. Evitar el alcohol y los estimulantes (café y otros) por la noche.

2. Mantener unos horarios de sueño-vigilia estables.

3. Practicar deporte (antes de las 19 horas).

4. Procurar unas condiciones favorables de la alcoba y de la cama tanto en cuanto a ruido y temperatura ambientes, como en cuanto a la confortabilidad de somier, colchón, y de almohada.

En ocasiones, los problemas de sueño no están relacionados con el insomnio, sino con problemas psiquiátricos o a trastornos en el ritmo circadiano

Hay que huir de los hipnóticos

A su vez, indica el doctor Juan Pareja Grande que hay personas que para resolver su problema de sueño deciden consumir hipnóticos. A su juicio, tomar estos medicamentos sin supervisión médica representa “un error” y ve recomendable consultar a un especialista en trastornos del sueño para que éste elija el hipnótico adaptado a las necesidades del paciente. “Existen algunos que tienen un efecto más prolongado, otros de vida breve, los hay de efecto rápido o retardado. Sabiendo las características del insomnio se puede ajustar la terapia”, aclara.

En otras ocasiones, tal y como apunta el especialista de Quirónsalud Madrid, los problemas de sueño no están relacionados con el insomnio, sino que están asociados a problemas psiquiátricos o a trastornos en el ritmo circadiano. “En el primer caso se debe tratar a los enfermos con psicofármacos y, en el segundo, con tratamientos que ajusten el deseo de dormir del paciente con el ciclo de vigilia y sueño”, concluye este experto.