En México, la presidenta ultraizquierdista Claudia Sheinbaum tomó posesión de su cargo el pasado 1 de octubre de 2024 y fue la primera mujer en la historia de su país en ejercer el cargo. 

Es decir, que lleva siete meses al frente del Gobierno. Y, por el momento, los mexicanos aplauden su gestión.

El pasado mes de marzo, en su quinto mes de mandato, la presidenta mexicana obtenía un índice de aprobación del 85%, según un sondeo del periódico El Financiero

Ahora, otro sondeo realizado por FactoMétrica y Reporte Índigo, recogido por Infobae, concluye que, en su séptimo mes, tiene un 76% de los ciudadanos que califican su gestión como “buena o muy buena". 

Según este sondeo, en materia de seguridad, el 56,9% de los encuestados expresó una opinión favorable a su gestión. 

Llama la atención esta cifra de aprobación de Sheinbaum, cuando el país sigue sufriendo una violencia endémica por parte de las narcobandas y el crimen organizado, que han convertido a esta nación hispana en una selva donde impone su ley el más fuerte.

De hecho, México sigue encabezando los listados de los países más peligrosos para ir a trabajar, elaborados por empresas europeas y españolas. 

Además, en el ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo en 2024, elaborado anualmente por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, aparecen nada menos que 20 mexicanas. 

Un ejemplo reciente: el descubrimiento de un centro de reclutamiento del crimen organizado, convertido en campo de torturas y exterminio, en el 'Rancho Izaguirre', en el municipio de Teuchitlán (estado de Jalisco), que salió a la luz a principios del pasado mes de marzo. El Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de los mayores grupos criminales de México, usaba este lugar como centro de reclutamiento (llevaban a jóvenes engañados o a la fuerza) y efectuaba prácticas tan edificante como el uso de animales -cerdos, cocodrilos y hasta leones- para castigar a los rebeldes, además de abusos sexuales, también a menores, algunas prácticas de canibalismo o el desmembramiento de cadáveres.

Entidades y personalidades católicas se pronunciaron tras este horroroso descubrimiento. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) declaró que “constituye una de las expresiones más crueles de maldad y miseria humana que hemos presenciado en nuestro país”. “Estos hallazgos ponen en evidencia la omisión irresponsable de autoridades gubernamentales de los tres niveles ante uno de los problemas más críticos que enfrenta el país: la desaparición de personas”. La CEM exigió “romper definitivamente con las alianzas que pudieran existir entre el crimen organizado y algunos ambientes políticos para liberar a México de esta decadencia moral”.

Por su parte, el padre Mario Ángel Flores, asesor de la CEM y exrector de la Universidad Pontificia de México, opina que el hallazgo del 'Rancho Izaguirre' deja a la nación “ante una realidad que siempre se negó”. “Se puede encontrar a la luz del día lo que se ha negado durante seis años”. “Es decir, la forma tan descarada, tan libre y tan atroz en que ha trabajado el crimen organizado a la vista de las autoridades de todo tipo”, recogía Aciprensa

Este sacerdote alude así al fracaso de las políticas del partido ultraizquierdista MORENA al que pertenecía el anterior presidente del país,  Andrés Manuel López Obrador, que ejerció entre 2018 y 2024 y cuya política contra el crimen organizado era la eficacísima (ironía) “abrazos, no balazos”. 

Cabe recordar que en similares términos se expresó recientemente el actor Eduardo Verástegui-productor de la película 'Sonido de Libertad', que denuncia las redes de explotación sexual infantil a nivel mundial- que publicó un post en la red social X en el que denunció que en México "hay más de uno en el poder metido en las redes de trata" de niños. Y subrayaba la necesidad de "llegar hasta donde tope y cuando tope, tumbar las barreras".