En primer lugar, el plan del gobierno húngaro comienza asignando a 2.200 guardias fronterizos para proteger las fronteras, número que se ampliará a 4.000 progresivamente
"Estableceremos unidades encargadas de salvaguardar la seguridad en colaboración con la Policía" aseguraba el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán en un vídeo publicado en sus redes sociales, en el que ha anunciado que reforzará la protección de las fronteras del sur del país y creará una fuerza especial de guardia fronteriza para asegurar la seguridad de los ciudadanos que viven en la zona.
En primer lugar, el plan del gobierno húngaro comienza asignando a 2.200 guardias fronterizos para proteger las fronteras, número que se ampliará a 4.000 progresivamente, algo que ha capacitado firmando un decreto, tras una reunión con sus ministros el jueves que duró más de diez horas. En ella, también se trató la guerra de Ucrania, que amenaza la economía húngara y la seguridad del territorio.
"Como resultado de la crisis alimentaria, se espera que aumente la presión migratoria en las fronteras del sur de Hungría, con cientos de miles de inmigrantes ilegales partiendo hacia Hungría y Europa en las próximas semanas y meses", con esta decisión Orbán toma medidas puesto que, según el primer ministro, se ha producido "un aumento en el número de personas que ingresan ilegalmente", algo que se incrementará con la crisis de suministros de alimentos en países de África, que provocará masivos movimientos migratorios.
Además, Orbán alerta del uso de la violencia en estos inmigrantes: "Ya se han producido enfrentamientos armados en el lado serbio, cobrándose la vida de una persona. No es raro que intenten entrar en Hungría con sus armas", y afirma que "Ya estamos notando los primeros síntomas de esto, con un aumento en el número de cruces fronterizos ilegales". Con estas declaraciones el primer ministro hacía referencia a un enfrentamiento que tuvo lugar hace unas semanas entre dos grupos de inmigrantes en la frontera entre Hungría y Serbia, que finalizó con un muerto y siete heridos.
Con esta medida, Orbán recuerda a Europa lo que debería ser su postura conjunta en política migratoria: acoger a los Ucranianos pero protegerse de la inmigración ilegal descontrolada que va en contra de los principios occidentales, porque lo que fortalece al islam es la ausencia de cristianismo en Occidente.