
Israel ha decidido romper la tregua en Gaza, que se inició el pasado 19 de enero, porque los terroristas de Hamas no han accedido a liberar a los 59 rehenes judíos que aún mantienen retenidos.
Y la forma que ha elegido Tel-Aviv para romperla ha sido bombardear por tierra y aire la Franja, provocando, según algunas fuentes, más de 400 personas muertas y más de 500 heridas.
Durante la primera fase de la tregua, Hamas había liberado a 33 presos judíos. Esa primera fase terminó hace dos semanas y no había habido acuerdo para prorrogarla.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha sido muy claro y ha advertido a Hamas de que "las puertas del infierno se abrirán en Gaza” --la misma frase que pronunció Donald Trump hace unas semanas-- si no libera de inmediato a esos 59 rehenes judíos. Katz ha añadido: “Esta noche volvimos a luchar en Gaza en respuesta a la negativa de Hamas de liberar a los rehenes y a sus amenazas contra soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y comunidades israelíes“. “No detendremos la lucha hasta que todos los rehenes regresen a casa y destruyamos la capacidad militar y política de Hamas”.
Por su parte, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha afirmado: "Hamas ha rechazado todas las ofertas presentadas para la liberación de los rehenes, y no permitiremos que siga usando el alto el fuego para rearmarse y planear nuevos ataques”.
Mientras que Hamas ha reaccionado así: "Netanyahu y su gobierno extremista están tomando la decisión de revocar el acuerdo de alto el fuego, exponiendo a los prisioneros en Gaza a un destino desconocido".
Por cierto que la Casa Blanca ha informado de que e Israel le consultó antes de romper la tregua.
Cabe recordar que el origen de esta guerra es que el 7 de octubre de 2023, los terroristas islamistas de Hamas entraron en Israel, mataron a 1.200 personas y secuestraron a 250.