En Hispanidad, Ignacio Aguirre, ha analizado cómo, mientras los demócratas abandonan a Joe Biden, el trumpismo se fortalece entre los republicanos con Donald Trump o Ron DeSantis como únicos candidatos posibles. Y es que históricamente, los presidentes de Estados Unidos en el ejercicio del cargo se presentan a la reelección con pleno apoyo de su partido. Sin embargo, esta regla no escrita puede no cumplirse en el caso del presidente Biden. Si bien el demócrata ha mostrado su voluntad de repetir como candidato en las próximas elecciones presidenciales, las dudas son cada vez más evidentes en las filas demócratas, dados los lamentables datos de popularidad del inquilino del Despacho Oval.

En apenas un año y medio de presidencia, la desastrosa gestión de Biden, incluyendo la crisis económica y la elevada inflación, el desastre de Afganistán y de Ucrania, el ecologismo radical, el extremismo abortista, el ataque a la independencia judicial y el acoso al Tribunal Supremo, así como la inseguridad en las calles y la crisis de delincuencia que asola EEUU, las polémicas en torno a su familia y su hijo Hunter, además del escándalo con los papeles confidenciales encontrados en varias de las propiedades del presidente, o en su coche, hacen que las cosas se pongan feas para el presidente. A lo que hay que unir el deterioro cognoscitivo de Biden, quien además llegaría a un segundo mandato con 82 años.

No es para menos la preocupación de los demócratas, la valoración de Biden ha alcanzado el mínimo de su presidencia. Sin embargo, el gran problema de los demócratas es la ausencia de un candidato en el banquillo para sustituirlo. Así, la que sería su sucesora natural, la vicepresidenta Kamala Harris, tiene unos datos de valoración peores que su jefe de filas, y entre los restantes rivales demócratas de Biden en las primarias de 2020, ningún candidato logra ganar el fervor de las bases progresistas. Por ejemplo, Gavin Newsom, el gobernador de California y uno de los candidatos presidenciales demócratas favoritos se ha caído de la pugna al vincularse con la quiebra del Silicon Valley Bank. 

Las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos se celebrarán en noviembre de 2024, pero el interés sobre los candidatos va en aumento. Parece que Biden y Trump podrían volver a enfrentarse, y Redfield & Wilton elabora una encuesta, recogida por electomanía, en la que estaríamos ante un empate técnico, con los demócratas cayendo 8,5 puntos respecto a las anteriores elecciones, hasta el 44% de los votos, y con los republicanos bajando 1,8 puntos hasta el 44%.