Los tres grandes bancos, el Santander de Ana Botín, el BBVA de Carlos Torres y Caixabank, de Gonzalo Gortázar, comienzan el nuevo año con el mismo dilema: los tres, un tanto bobaliconamente, pretenden ser campeones en digitalización, hoy concretada en la inteligencia artificial (IA), vendida como un conjuro que soluciona cualquier problema.

Pero lo cierto es que la IA, como el conjunto de la banca digital, más sirve para reducir costes que para elevar ingresos. Y el reto, no sólo de los bancos, sino de cualquier empresa en el momento presente, no es la solvencia, sino la rentabilidad.

Por otra parte, la reducción de costes de la IA no contempla lo carísima que es la propia IA... al menos hasta que no estalle la peligrosa burbuja bursátil que ha creado en menos de un año.

Y si hablamos de rentabilidad, ante un nuevo año 2026 de consolidación de tipos bajos y reducción de márgenes, el problema es que el cliente de banca privada, que sí es rentable, que si es el futuro del sector, se resiste al doble pago que le exige su gestor bancario, quien le cobra por administrarle su dinero mientras le dirige hacia una gestora de fondos relacionada con el banco... y, naturalmente, como siempre ocurre en el mundo de la gestión de activos, en un segmento donde el banco siempre gana su comisión.. y el único que se arriesga a perder es el cliente.

El reto, no sólo de un banco, sino de cualquier empresa en el momento actual, no es la solvencia sino la rentabilidad

En definitiva, el año 2026 no será el ejercicio donde la IA haga ganar dinero a los bancos sino donde quiebre la rentabilidad asegurada por los tipos de interés altos durante un quinquenio.

La banca personal, no digamos nada la banca privada o la patrimonial, no precisa de IA, un mero instrumento, sino de gestores comprometidos, en sesiones vis a vis. Y esos gestores cobran su sueldo y, si son buenos, prefieren fichar por bancos más especializados, más pequeños, o montar su propia marca.

No existe la brecha digital, lo que existe es una brecha generacional. Cualquier cliente bancario puede -y quiere-  hacer banca privada. El problema es encontrar a alguien enfrente que se ponga en sus zapatos y que hable su propio lenguaje, que no deja de ser el lenguaje natural.

¿La IA sirve para mejorar el sistema de pagos? Sí, por supuesto, pero no para ganar dinero en banca. Insisto: reduce gastos y, tras una importante inversión inicial, no está claro que aumente ingresos.

No existe la brecha digital, lo que existe es una brecha generacional. Cualquier cliente bancario puede -y quiere-  hacer banca privada. El problema es encontrar a alguien enfrente que se ponga en sus zapatos y que hable su propio lenguaje, que no deja de ser el lenguaje natural

Con la IA hay que aplicar el método de la banca suiza: deja que primero se equivoquen otros. Si funciona, ya les copiaremos. ¿Quién ha dicho que el innovador ve coronado su primacía temporal con el éxito?

En el momento presente, a punto de entrar en el ejercicio 2026, veo a Botín, Torres y Gortázar demasiado encaprichados con la IA. A ver si van a fallar por precipitados. Recuerden que los neobancos y los no-bancos ya han nacido con IA y costes de interediación bajos, no necesitan reconvertirse. Santander, BBVA y Caixabank, sí.

De postre, la opa fallida de Carlos Torres sobre Pep Oliu dispara los compromisos de dividendo... en todo el sector, no sólo en BBVA y Sabadell: un reto mayúsculo.