
Ni un mes ha pasado desde que se publicó el estudio que demostraba las graves consecuencias de la píldora abortiva y Estados Unidos ya ha anunciado medidas.
En el denominado aborto farmacológico se toman dos medicamentos en dos fechas distintas que, combinados, provocan la expulsión del contenido del útero. Primero se toma la Mifepristona, "fármaco que bloquea la producción de progesterona": bloquear su producción supone algo así como asfixiar al feto. Segundo se toma el Misoprostol, "que es el que provoca la expulsión de la gestación", este medicamento produce contracciones en el útero, es decir, se expulsa mediante un fuerte sangrado el bebé que previamente has asfixiado.
Muchas han sido las voces que han denunciado y alertado de los riesgos de estos medicamentos. Un nuevo estudio muestra que 1 de cada 10 mujeres que toman Mifepristona experimentan complicaciones médicas graves. Y es que en concreto la Mifepristona se aprobó por vía de urgencia, sin hacer los test y las pruebas necesarias para asegurar la seguridad de la madre.
El estudio muestra de una forma evidente la mentira de la industria del aborto: que el químico está exento de riesgos. En ensayos clínicos se aseguraba que sólo había efectos adversos en menos del 1% de los casos, pero en este nuevo estudio realizado en la práctica, se ve cómo el riesgo es alto, mientras el uso de estas pastillas aumenta sin supervisión médica, administrándose incluso en el domicilio y llegándose a enviar por correo.
A la luz del artículo, un alto funcionario de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), Marty Makary, confirmó que la institución llevará a cabo una revisión del medicamento abortivo Mifepristona.
La investigación parte del senador republicano por Missouri, Josh Hawley: contestándole, Makary, ha asegurado por carta estar "comprometido" con la revisión. Makary señaló que está “comprometido a realizar una revisión de la Mifepristona y a trabajar con los científicos profesionales de carrera de la agencia que revisan estos datos”.
El compromiso también está apoyado por el Secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert Kennedy Jr., quien ha asegurado que había instruido a Makary a realizar una “revisión completa” de la píldora abortiva.