La página denominada Vilaweb ha informado de que la policía autonómica catalana, es decir, los Mossos d'Esquadra, ha cancelado temporalmente la sanción de empleo y sueldo impuesta a dos de sus agentes que ayudaron a huir al fugitivo de la justicia española Carles Puigdemont, hace ahora justo un año, cuando reapareció públicamente en Barcelona.
Recordemos que este episodio auténticamente vergonzoso -la entrada y posterior huida de Puigdemont- está siendo investigado como un presunto delito contra la administración pública por la magistrada María Antonia Coscollola, titular del juzgado número 24 de Barcelona.
Y decimos episodio vergonzoso porque es un secreto a voces que el Gobierno de Pedro Sánchez dejó entrar en esa fecha, el 8 de agosto del año pasado, a Puigdemont, sin detenerlo, pese a que seguía en vigor la orden de detención contra él dictada por el Tribunal Supremo, en todo el territorio nacional. Y no lo quiso detener, como siempre, por conveniencia política del señor Sánchez…
La excusa para suspender la sanción a los dos Mossos ha sido que se ha cumplido el periodo máximo establecido para este tipo de sanciones.
Pero la sospecha legítima del español medio es que la Dirección General de la Policía del Departamento de Interior de la Generalitat de Cataluña ha dejado pasar un tiempo prudencial, para disimular una especie de represalia, siempre con la intención de dejar sin efecto las sanciones en cuanto pudiera y aquí paz y después gloria y pelillos a la mar...
Por otra parte, esta noticia se puede contraponer a la negativa a amnistiar a cuatro policías nacionales que cumplieron con su deber durante la rebelión independentista del 1 de octubre de 2017.










