Decíamos casi ayer que Bruselas se pitorrea de España a costa de la nueva ocurrencia de Alberto Garzón, el conocido autor de las 'garzonadas'. 

En el peor momento, porque el viernes 7 de enero se cumplían dos años de gobierno de coalición socio-podemita. El Sanchismo no es más que el memorial del Frente Popular de 1936, o alianza de socialistas, comunistas y separatistas que nos llevó a la guerra civil. Y más para recordar: Sánchez introdujo a los comunistas en el Gobierno, algo nunca hecho antes por ningún presidente socialista y que los radicales, y asesinos, dirigentes socialistas de la II República no perpetraron hasta septiembre de 1936, ya iniciada la guerra civil.

Quizás, con ser malo, no sea todo eso lo peor. Lo peor es que estamos ante un Gobierno adolescente, con dos mandos: el mentiroso Pedro Sánchez y 'la sonrisas' Yolanda Díaz.

Ojo, que los apodos no se lo he puesto yo. El autor del primero es uno de los empresarios más famosos del país. Y es que es eso, un embustero. Lo de 'Sonrisas' viene del ámbito patronal, de la CEOE quiero decir, donde se oyen comentarios maliciosos sobre la encantadora de serpientes. ¿De qué serpientes? De don Antonio Garamendi naturalmente. Por primera vez en toda la democracia, la izquierda ha montado toda una campaña con la propaganda contra la derecha basada en el presidente de la patronal... que tiene bemoles la copla

En la derecha, Pablo Casado no logra liberarse de los barones progres: Feijóo, Moreno y Mañueco maniatan la vuelta hacia unos principios ya no cristianos, sino de pura sensatez y hacia una economía más liberal

Un Gobierno adolescente. El mentiroso y 'la sonrisas' no se casan. Y es que Yolanda Díaz rechaza a Pedro Sánchez porque está acelerando la nueva alternativa ultra-progresista, que consiste en reformar, y enterrar, si se dejan, a Podemos y al Partido Comunista, ya enterrado con Izquierda Unida, y resurgir con la nueva ideología de nombre 'yolandismo': la sonrisa eléctrica del nuevo comunismo. O progresismo, como creo haber dicho antes.

En la derecha, Pablo Casado no logra liberarse de los barones progres: Feijóo, Moreno y Mañueco maniatan la vuelta hacia unos principios ya no cristianos, sino simplemente sensatos, por ejemplo respecto a la ideología de género, de pura sensatez y también en dirección hacia una economía más liberal. 

Casado sabe que su aliado natural es Vox, la única formación parlamentaria que puede parecerse a un partido cristiano.

Y a Vox le sigue faltando... economía. Podría convertirse en la única fuerza liberal del Congreso, pero le tiene miedo al concepto liberal

Y respecto a la formación de Abascal a Vox le sigue faltando... economía. Podría convertirse en la única fuerza liberal del Congreso, pero le tiene miedo al concepto liberal. Y por lo demás, se sigue debatiendo entre su alma nacionalista y su alma cristiana. Esperemos que venza la última.

En cualquier caso, el "mentiroso" y la "sonrisas" no se casan.   

Es lo que se dice un Gobierno adolescente.