España ha recibido durante el primer semestre del año 44,5 millones de turistas extranjeros que se han dejado 59.622 millones de euros, un 7% más que un año antes.

Y es posible que lleguemos este año hasta los 100.000 millones de euros. Estupendo: ¡Viva el turismo!. Ahora bien, una economía basada en el turismo es peligrosa y 'malpagá! 

Peligrosa por inestable; el turismo es una actividad imposible de prever, que sube y baja. Además, España es un país alejado de zonas de guerra, y eso anima al turismo internacional. No es un país seguro, como predican Marlaska -y Sánchez-, porque nuestras calles son cada día más inseguras, pero eso el extranjero no lo sabe salvo cuando le toca vivirlo. Los viajes al exterior se programan con criterios de geoestrategia, de guerra, no de seguridad interna, de delincuencia, porque desde lejos se sabe más de lo primero que de lo segundo. 

En cualquier caso, el turismo sube y baja. La industria ofrece mucha mayor estabilidad.

Y segundo, el principal empleo del turismo es la hostelería, una actividad mal pagada y con muchos altibajos, según épocas del año. Por eso la industria es mejor: más estable y ofrece mejores salarios.