Sr. Director:
A algunos se les ha caído el mito del independentismo catalán pacífico. El problema es que era solo eso, un mito. La violencia de baja intensidad, esa que impide por ejemplo formar listas de partidos constitucionalistas en más de la mitad de municipios de Cataluña por miedo, siempre ha existido. Y la violencia con mayúsculas tiene una larga tradición en el independentismo catalán. Desde los tristemente famosos escamots de ERC de los años 30 que iban con sus pistolas amedrentando a quienes no pensaban como ellos a los actuales CDR que queman y destrozan el mobiliario público, pasando por organizaciones terroristas como EPOCA que asesinó sin escrúpulos o Terra Lliure que cometió más de cien atentados con bombas y explosivos. Esa imagen blanqueada, edulcorada y que nos han repetido machaconamente de un independentismo catalán pacífico no se corresponde con la realidad ni históricamente ni en la actualidad.