Sr. Director:
La segunda parte de Frozen, la película que Disney tiene previsto estrenar en 2018, podría convertir a la princesa Elsa en lesbiana. En los últimos meses, diferentes lobbies han lanzado una campaña en Twitter con el hashtag #GiveElsaAGirlFriend. Piden eso, una novia para la princesa Elsa.
Sin ánimo de ofender: tenemos gays y lesbianas hasta en la sopa. Resulta ya cansino. Series de televisión, anuncios, películas… no hay día que no veamos una pareja del mismo género. ¿Y? Me dirán algunos.
Pues me remito al papa Francisco, que es respetado en ámbitos no eclesiales. El Santo Padre ha denunciado varias veces lo que denomina la "colonización ideológica". Ha recordado que en ocasiones, algunos organismos internacionales condicionan las ayudas a cambio de introducir en las legislaciones medidas sobre el control de la población o matrimonio entre personas homosexuales.
Para Francisco, el objetivo de determinadas colonizaciones ideológicas es debilitar la familia, y si la familia se debilita, repercute negativamente en la sociedad.
Y yo me pregunto: ¿Por qué no aparecen en las películas de Disney una familia numerosa, una religiosa contemplativa o un sacerdote que escucha la llamada de Dios y le sigue? Os recuerdo que Walt Disney era cristiano.
Jesús D Mez
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