Sr. Director:
Dinamitar la reforma laboral en esta coyuntura de crisis dramática del empleo es una locura que ha causado estupor entre los empresarios, que califican el acuerdo como “un desprecio indignante al diálogo social”. También los sindicatos han expresado su queja por haber quedado al margen. Y por supuesto en Europa, a cuya puerta estamos llamando para pedir ayuda, se han encendido todas las alarmas.
Además existe la derivada vasca del acuerdo. Hay quien apunta una jugada para formar un tripartito con Podemos y Bildu en Euskadi, lanzando a los herederos políticos de ETA justo cuando comienza la carrera electoral. Toda una sinfonía del caos y el desgobierno de un Sánchez que puede acabar siendo rehén de su maquiavelismo.